* Podría hacer más para ayudar a EU en la lucha antidrogas: John Kelly.
Washington.-El secretario de Seguridad Interna (DHS) de Estados Unidos, John Kelly, hizo un enfático reconocimiento al apoyo de México en la lucha antidrogas y al «trabajo duro que realizan».
«No puedo enfatizar de manera suficiente la relación genuina que el DHS tiene y la que tengo personalmente con el ejército y secretarios operativos dentro del gobierno de México, incluyendo en algunos casos reuniones con el presidente de México», dijo Kelly ante senadores.
«No puedo darles crédito suficiente a los hombres y mujeres con los que trabajamos, y lo duro que trabajan», dijo el funcionario al comparecer por segundo día en el Congreso para explicar el presupuesto de 44 mil 100 millones de dólares solicitado para su dependencia.
Kelly destacó la labor que el gobierno mexicano viene realizando para controlar su frontera sur, que pareció aludir como uno de los factores que ha permitido a Estados Unidos reducir en 70 por ciento los cruces ilegales a través de la frontera con México. Interrogado por el senador demócrata, Joe Manchin, Kelly tuvo palabras de reconocimiento a la labor de México en el combate a los grupos criminales, así como por atacar los cruces ilegales de inmigrantes a través de su frontera sur.
Recordó que México estableció en el 2015 una estrategia en la frontera sur, gracias a la cual el año pasado detuvieron a 160 mil migrantes y «los regresaron (a sus países de origen) de manera humanitaria».
Manchin consideró que México podría hacer más para ayudar a Estados Unidos a confrontar el tráfico de drogas y los cruces ilegales, sugiriendo la construcción de un muro en su frontera sur como el que el presidente Donald Trump ha prometido del lado estadunidense.
«¿Si México pudiera construir un muro en su frontera sur, la amenaza de las pandillas que entran, todo lo que recibimos (a través de la frontera), todo el comercio de drogas, si pudiéramos detenerlo y México fuera capaz de construir su muro y tener un control más estricto en su frontera sur, que tanto ayudaría?», cuestionó a Kelly.
Kelly consideró que la medida resultaría efectiva, aunque esbozó una ligera una sonrisa de escepticismo cuando el demócrata por Virginia Occidental insistió sobre la idea en dos ocasiones.
La propuesta del muro, para cuyo inicio la administración Trump solicitó una partida de mil 600 millones de dólares para este año, volvió a ser atacada por los demócratas, como el senador John Tester, quien dijo a Kelly que lo que el gobierno requiere es una mejor estrategia.
Por otra parte, el funcionario dijo que la corrupción e intimidación contra funcionarios a manos de los cárteles de las drogas es posible gracias a las ganancias que genera el ilícito comercio alentado por la demanda nacional.
«Existe una corrupción o un problema de intimidación que se debe directamente a nuestro consumo de drogas en este país, tenemos que reconocerlo», dijo Kelly ante los senadores.
Dijo que la cantidad de ganancias que les genera a los narcotraficantes este comercio ilegal es prácticamente ilimitada, «al grado de que hay tanto dinero disponible para pagar a funcionarios en cualquier país, incluyendo el nuestro, o simplemente matarlos o matar a sus hijos».
A su vez, el también demócrata Patrick Leahy, calificó el presupuesto de abismal y la propuesta construcción del muro como mal guiada y un mal servicio para los estadounidenses.
«La administración busca demonizar a los inmigrantes, orillándolos nuevamente a las sombras (de la clandestinidad), ofendiendo a nuestros socios comerciales. En realidad el presupuesto hace a millones de estadounidenses menos seguros», apuntó el legislador por Vermont.
La propuesta sobre el muro establece que los primeros tramos de la nueva estructura prometida por el mandatario en su campaña presidencial se ubicarán en porciones fronterizas de los estados de Texas y California con México.
Un tramo de 51.2 kilómetros de muro, además de compuertas hidráulicas serán construidos a lo largo de la franja entre las ciudades de Reynosa y Matamoros, donde la frontera natural del Río Bravo parecía hasta ahora hacer innecesario la construcción de barreras físicas. Otro más de 22.4 kilómetros será levantado en una porción del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza para reemplazar la actual infraestructura, y donde de acuerdo con el DHS, ocurre el mayor volumen de detenciones de inmigrantes indocumentados que tratan de cruzar la frontera.