REDACCION
Más de la mitad de niños refugiados en el mundo que están en edad escolar no asisten a clases, denunció hoy el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En su informe titulado “Reforzando la Educación de los Refugiados en Tiempos de Crisis”, el ACNUR lamentó que más de 3.7 millones de menores formarán parte de una generación condenada al no tener capacitación de cara al futuro.
Del total de 7.1 millones de los menores refugiados que están en edad de recibir educación primaria, sólo el 63 por ciento va a la escuela, en comparación con el 91 por ciento a nivel mundial.
Esta cifra cae al 24 por ciento en el caso de los adolescentes en edad de educación secundaria, frente al 84 por ciento mundial.
“La escuela es el lugar donde los refugiados tienen una segunda oportunidad. Les estamos fallando a los refugiados al no darles la oportunidad de desarrollar las habilidades y el conocimiento que necesitan para prepararse para su futuro”, dijo el titular del ACNUR, Filippo Grandi, al comentar los resultados del informe.
La marcada diferencia entre la escolarización primaria y secundaria, según ACNUR, es resultado directo de la falta de fondos para la educación de los refugiados.
Por ello, el ACNUR hace un llamado a los gobiernos, el sector privado, las organizaciones educativas y los donantes para que brinden su ayuda financiera a una nueva iniciativa destinada a impulsar la educación secundaria para los refugiados.
“Necesitamos invertir en educación de los refugiados o pagaremos el precio de una generación de niños y jóvenes condenados a crecer sin poder vivir de forma independiente, encontrar trabajo y contribuir a sus comunidades”, alertó Grandi en un comunicado publicado en la página web del ACNUR.
Otro punto que destaca el informe es la importancia de incluir a los refugiados en los sistemas nacionales de educación de los países que los acogen, de manera que tengan acceso a un plan de estudios reconocido, en lugar de estar «acorralados en escuelas paralelas no oficiales».
En este sentido, el ACNUR pidió a las escuelas, universidades y ministerios de Educación «no negarse a reconocer» documentos de identidad o certificaciones educativas expedidas en los países de origen de los refugiados.
Para el ACNUR, la cuestión de la educación de los niños refugiados del mundo es urgente y estimó que a finales de 2018 había más de 25.9 millones de refugiados en todo el mundo, de los cuales más de la mitad son menores de 18 años.