Redacción
El gobierno de Texas reforzó su barrera flotante en el río Bravo como parte de los esfuerzos para frenar la migración irregular. El gobernador Greg Abbott anunció la extensión de la red de alambre de púas en el corredor de Eagle Pass, un área conocida por su alto volumen de cruces migratorios desde México. Esta medida busca reducir de forma significativa el número de migrantes que atraviesan la frontera antes de la llegada del presidente electo, Donald Trump, quien planea intensificar las políticas migratorias de su administración.
La barrera flotante, que se despliega cerca del Puente 1, entre Piedras Negras, Coahuila, y Eagle Pass, forma parte de la operación Lone Star. Esta operación, impulsada desde 2021, busca contener la migración irregular en Texas, donde se han registrado más de 526,000 detenciones de migrantes y más de 41,000 cargos por delitos graves. Según el gobernador, los esfuerzos de la operación han reducido en un 86% los cruces ilegales hacia el estado.
Abbott ha mantenido su postura de continuar con la expansión del muro flotante, a pesar de los esfuerzos de la administración Biden por eliminarlo. El presidente Biden había solicitado la remoción de esta barrera por preocupaciones humanitarias y ambientales, ya que se implementó sin la autorización federal correspondiente. Sin embargo, un tribunal falló en 2023 a favor de Texas, permitiendo que la barrera permaneciera.
El gobernador también destacó que el programa de transporte de migrantes de Texas ha contribuido a reducir el número de cruces ilegales, lo que a su vez ha disminuido la cantidad de migrantes enviados a las ciudades santuario. Abbott reiteró que menos cruces ilegales resultan en menos migrantes para ser trasladados a otras zonas del país.
Con la llegada de Donald Trump al poder, el gobierno de Texas espera una mayor colaboración federal en la aplicación de políticas migratorias más estrictas, que incluyen la deportación masiva de migrantes irregulares, tal como ocurrió durante su primer mandato.