* No show en torno a el ministro de Canadá.
Washington.- El ministro de Finanzas de Canadá, William Morneau, dijo que su país participa en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para lograr mejoras de largo plazo y beneficios a sus tres socios, sin prestar atención al ruido generado por el proceso.
El funcionario consideró que la atención pública debería centrarse en los objetivos que tanto su país como Estados Unidos y México buscan en esta negociación, y no sobre lo que calificó como el «espectáculo» generado por las declaraciones en torno al futuro de la misma y del acuerdo.
«Es importante no dejar que el espectáculo de una negociación comercial, opaque lo que estamos por lograr, que es una mejoría de largo plazo para nuestra relación comercial», indicó Morneau, quien participa aquí en los trabajos de la reunion anual de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Durante su participación en un debate sobre la economía global celebrado en la sede del organismo multilateral, Morneau buscó disipar el tono fatalista que se ha dado al proceso de negociación, cuando fue cuestionado sobre si su país está preparado para enfrentar el fin del acuerdo.
«No, nos estamos preparados para continuar con una gran relación comercial. Sabemos que en cada negociación, existen puntos de acuerdo y desacuerdo, y eso es por lo que hay que pasar. He decidido ser optimista, no pesimista», asentó.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau declaró aquí el miércoles que su gobierno estaba preparado «para lo que venga», e insistió en la necesidad de que se alcance un acuerdo justo para los tres países.
El tono mesurado de Canadá y México ha contrastado con la beligerancia que ha desplegado al presidente Donald Trump, quien ha insistido que Estados Unidos abandonará el acuerdo si no logra un acuerdo favorable.
Cuestionado sobre este persistente amago del presidente estadunidense, su país tiene un plan de contingencia, Morneau dijo que resultaba importante «no contestar preguntas como esa» en público.
«Lo que estamos haciendo es reconocer que (el acuerdo) vale la pena. Que hay enormes números de empleos en los tres países, derivados de esta relación que tenemos. Va a continuar y mientras buscamos nuevas reglas que nos permita trabajar juntos, van a haber algunas fricciones y oportunidad para avanzar», apuntó.