Redacción
Varios países, incluidos Estados Unidos, España e Italia, tomaron la decisión de cerrar temporalmente sus embajadas en Kiev, Ucrania, debido a los crecientes temores de un posible ataque aéreo por parte de Rusia. Esta medida se adoptó tras recibir indicios de que podría producirse un ataque inminente contra la capital ucraniana. Las embajadas se cerraron por motivos de seguridad, mientras que el personal diplomático continuó con su trabajo de manera remota o en lugares seguros.
La embajada de Estados Unidos en Ucrania emitió un comunicado en el que confirmó que, debido a la posibilidad de un ataque aéreo ruso, se cerraría hasta nuevo aviso. El gobierno estadounidense recomendó a sus ciudadanos en el país estar alerta y seguir las instrucciones de las autoridades locales, especialmente en lo que respecta a la evacuación a refugios si se activa una alerta aérea. Washington describió la decisión como una medida de precaución para garantizar la seguridad del personal diplomático y de los ciudadanos estadounidenses en Ucrania.
El cierre de las embajadas no significó que los servicios diplomáticos cesaran por completo. Las delegaciones de España, Grecia e Italia también suspendieron temporalmente la atención al público en sus embajadas en Kiev. No obstante, el personal continuó realizando sus funciones desde lugares seguros o de manera remota. La embajada española, por ejemplo, señaló que sus empleados seguirían trabajando a distancia hasta que pasara la alerta. Italia y Grecia adoptaron un enfoque similar, instando a sus ciudadanos a mantenerse en zonas seguras y evitar desplazamientos innecesarios.
Estas acciones se produjeron poco después de que Ucrania utilizara misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos para atacar territorio ruso. La autorización de la administración de Joe Biden para que Ucrania llevara a cabo estos ataques se produjo justo cuando el conflicto alcanzaba los mil días de duración. Este contexto de escalada bélica aumentó las preocupaciones sobre posibles represalias rusas, lo que llevó a las misiones diplomáticas a extremar las medidas de seguridad.
En contraste, otros países como el Reino Unido y Polonia decidieron no cerrar sus embajadas en Ucrania. Ambos gobiernos optaron por mantener sus misiones abiertas, sin adoptar medidas similares a las de Estados Unidos o los países del sur de Europa. La situación refleja diferentes evaluaciones de riesgo por parte de las distintas naciones involucradas en la crisis ucraniana.
Por otro lado, la Unión Europea no implementó medidas adicionales en su embajada en Kiev. A pesar de la alerta emitida por Estados Unidos sobre la posibilidad de un ataque aéreo a gran escala, el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, señaló que la delegación de la UE ya operaba en un entorno de alto riesgo, por lo que no se vieron necesarias nuevas precauciones. La postura de la Unión Europea refleja su experiencia en un contexto de constante amenaza por parte de las fuerzas rusas.