Diana De la Cruz.
Después de la denuncia en redes sociales por el activista ambiental, Arturo Islas Allende, mostrando en un vídeo la muerte de un tiburón blanco, atorado en una jaula de observación, en la cual forcejeo durante 25 minutos hasta que murió -en otro vídeo se puede observar su cuerpo cayendo al fondo del mar- en la Reserva de la Biosfera, Isla de Guadalupe, Baja California, considerado el único santuario de tiburones en México, esto a causa de la negligencia de un barco turístico de origen canadiense, Mike Lever, dueño del barco Nautilus el cual denuncia Allende, es el único responsable.
Por lo anterior, exigió a la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el cese inmediato de la directora de la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe, quien supuestamente conocía la situación en el barco Nautilus y no actuó en consecuencia, además de que pidió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) retire los permisos de avistamiento y aplique una multa ejemplar al prestador de servicios turísticos.
Por su parte la directora de la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe, en Baja California, Marisol Torres Aguilar, presentó la denuncia correspondiente con el oficio número DRPBCyPN-RBIG-416/2019 y en un comunicado de prensa, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), dio a conocer que el ejemplar de tiburón blanco colisionó con una de las jaulas de observación de la embarcación Undersea Hunter, dedicada a la prestación de servicios turísticos, que tenían una abertura de más de 35 centímetros, fuera de la norma.
De acuerdo con a las normas oficiales que entraron en vigor el 2 de agosto de 2017, a causa de otro accidente, que contempla un nuevo diseño para las jaulas de observación, con el fin de proteger la seguridad de los usuarios y la del tiburón blanco durante el desarrollo de la actividad de buceo, la jaula para el avistamiento debe ser de una sola pieza y desmontable, con barrotes redondeados con una separación de 35 centímetros entre ellos, sin cadenas ni balcones; lo que mejora la seguridad de las personas que están realizando la actividad al interior.
Además, debe llevar un enmallado de acero inoxidable o aluminio marino, dos tanques de aire comprimido y una ventana de observación con una distancia máxima entre barrotes de 70 centímetros, entre otras mejoras.
