* Y en ocasiones derivan en administraciones caóticas,
como la administración anterior en Guerrero,
consideró el senador priísta Arturo Zamora.
Las alianzas entre perredistas y panistas en Durango y Zacatecas son coyunturales, pragmáticas, de sobrevivencia, inestables y en ocasiones derivan en administraciones caóticas, como la administración anterior en Guerrero, consideró el senador priísta Arturo Zamora.
El también secretario de Acción Electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) destacó que de cara a las elecciones de junio de 2016, los ciudadanos deben analizar en qué derivaron las alianzas referidas, con gobiernos sin compromiso con las demandas de la población.
En entrevista, el legislador consideró que en el caso de Durango, donde no tiene presencia el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el único afán de la alianza es sobrevivir con un mínimo de votación.
En tanto, abundó Zamora Jiménez, en Zacatecas apuestan por una alianza coyuntural sólo con el fin de recuperar la entidad, pero sin un plan de gobierno en beneficio de los ciudadanos.
«Son alianzas sin fondo, coyunturales», ya que no es posible que en el Senado o en la Cámara de Diputados el Partido Acción Nacional (PAN) y el PRD tengan posturas irreconciliables en temas de política económica, social, educativa o laboral y puedan aliarse para formar gobiernos en los estados, aseveró.
El también vicepresidente del Senado de la República recordó que en la elección de Guerrero en 2011, en la que ganó Ángel Aguirre Rivero, fue una de las últimas alianzas entre el PRD y el PAN, «sólo que al final y cuando la crisis de ingobernabilidad creció, el PAN ya no aceptó la paternidad de esa unión».
Comentó que el PRI continuará con su política de alianzas de fondo con partidos locales, con programas de gobierno conjuntos y con otras fuerzas nacionales como el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza, que no son coyunturales o sólo para ganar votos, porque se traducen en coaliciones legislativas en el Congreso de la Unión.