Redacción
Este martes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la relación con la Embajada de Estados Unidos está «en pausa» después de las críticas del Embajador Ken Salazar sobre la reforma al Poder Judicial en México. El Gobierno mexicano calificó estos comentarios como «injerencistas» y solicitó respeto por la soberanía nacional.
En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador destacó que la situación no se trata de un conflicto o enemistad, pero cuestionó la autoridad del embajador para opinar sobre los asuntos internos del país. El Presidente subrayó la importancia de la Constitución como base de la soberanía y rechazó la idea de que se permita una injerencia extranjera en la toma de decisiones nacionales.
López Obrador también señaló que la relación con Estados Unidos sigue vigente, especialmente con el Presidente Joe Biden, a quien considera un amigo. Sin embargo, pidió una reafirmación de respeto hacia la independencia de México por parte de las autoridades estadounidenses y canadienses.
El Presidente criticó la actitud de la Embajada de Estados Unidos y la de Canadá, sugiriendo que ambas buscan influir en los asuntos mexicanos. Reiteró que el respeto a la soberanía es fundamental y que México no permitirá violaciones a su Constitución.
López Obrador mencionó que Salazar parece intentar entablar un diálogo, pero señaló que las opiniones sobre temas como la elección de jueces deben ser tratadas exclusivamente dentro del marco institucional mexicano. Aclaró que el tratado comercial T-MEC no debe interpretarse como una herramienta para someter la soberanía mexicana.
Finalmente, el Presidente reafirmó que cualquier eventual sanción o presión extranjera no podrá hacer que México renuncie a su soberanía. La prioridad es mantener el respeto mutuo y la independencia del país en el contexto de sus relaciones internacionales.