Redacción
El Congreso de la Ciudad de México recientemente aprobó una serie de reformas significativas en su Ley de Educación. Estas reformas abordan varias áreas clave, incluyendo la aceptación de uniformes neutros en las escuelas, el reconocimiento de la Universidad Rosario Castellanos, la creación de la Universidad de la Salud y la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior, así como la incorporación de los Programas de Inclusión para la Reincorporación al Aprendizaje en el Subsistema de Educación Comunitaria.
La reforma también consagra la gratuidad de la educación pública en todos sus niveles y confirma la beca “Bienestar para Niñas y Niños” a nivel constitucional. Además, se presenta un enfoque de fomento de la investigación en ciencias, humanidades, tecnología e innovación. Enfatiza la importancia de un presupuesto creciente para la educación y reconoce la importancia de la educación inicial al declarar las estancias infantiles gratuitas.
La aprobación de estas reformas, según los legisladores, busca responder a las necesidades actuales de la educación en la Ciudad de México. La inclusión de la opción de uniformes neutros se celebra como un paso adelante en la igualdad de género y la inclusión, ya que permite a los estudiantes decidir si usar falda o pantalón en la escuela, independientemente de su género.
Sin embargo, la reforma a su vez fue criticada. Algunos argumentan que la elaboración de la reforma presenta defectos que la invalidan. Las críticas incluyen el señalamiento de que la Comisión de Educación del Congreso local ha sido excluida de su papel dictaminador y que no se ha cumplido con las regulaciones establecidas en el artículo 106 del Reglamento del Congreso.
La reforma también incluye una prohibición contra la discriminación basada en la apariencia física en las escuelas. Esta prohibición, incorporada en el artículo 6 bis, establece que las escuelas deben abstenerse de imponer reglas que restringen los derechos de los estudiantes basándose en su apariencia física.
La aprobación de la reforma también llevó a la conversión del Instituto Rosario Castellanos en una universidad y a la creación de la Comisión Estatal para la Planeación de la Educación Superior y la Universidad de la Salud. También hubo modificaciones al programa La Escuela es Nuestra, que proporciona apoyo anual a todas las escuelas públicas de educación básica para el mantenimiento de las instalaciones escolares, coordinado por los padres y madres en colaboración con las autoridades educativas.
Las reformas a la Ley de Educación de la Ciudad de México se aprobaron con 42 votos a favor, cero en contra y ocho abstenciones. Estas reformas representan un avance significativo en la evolución de la educación en la Ciudad de México, poniendo énfasis en la inclusión, la igualdad y el mejoramiento de la calidad educativa.