Redacción
El ataque armado registrado en el bar “Los Cantaritos” en Querétaro, que dejó un saldo de 11 heridos y 10 fallecidos, fue consecuencia de una disputa entre el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Así lo informó el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, en la conferencia de prensa matutina. El funcionario detalló que el ataque se llevó a cabo la noche del 9 de noviembre, cuando tres sujetos arribaron al bar a bordo de una camioneta gris y abrieron fuego de manera directa contra una mesa.
De acuerdo con el relato proporcionado por García Harfuch, el incidente comenzó cuando uno de los atacantes preguntó al valet parking por una persona llamada Fernando. En ese momento, otros dos sujetos descendieron del vehículo y dispararon de manera inmediata, dejando múltiples víctimas. Tras el ataque, los responsables huyeron del lugar y, kilómetros después, incendiaron la camioneta en la que viajaban, un hecho que complica la investigación y búsqueda de los responsables.
El contexto del ataque refleja una pugna de poder que ha trascendido las fronteras de Guanajuato, donde el CSRL y el CJNG mantienen una lucha histórica por el control del robo de combustible (huachicol) y la distribución de metanfetaminas. En esta disputa, el CSRL busca defender su territorio mientras el CJNG se ha expandido con su infraestructura delictiva. La violencia desatada en Querétaro es solo una manifestación más de esta peligrosa rivalidad, que se ha extendido a diversas entidades.
Uno de los fallecidos en el ataque fue identificado como Fernando González Núñez, alias “La Flaca”, un presunto miembro del CJNG que, según reportes, se dedicaba al reclutamiento de sicarios a través de redes sociales, ofreciendo pagos semanales a quienes supieran manejar armas de fuego. “La Flaca” había sido detenido en dos ocasiones previas este año, lo que subraya su relevancia dentro del grupo delictivo. Este tipo de perfiles en redes criminales revela la complejidad de las operaciones del CJNG y sus métodos de expansión.
La violencia ligada a estas organizaciones no solo involucra disputas territoriales, sino también el dominio del mercado de drogas sintéticas. Mientras que el CJNG distribuye metanfetamina de color blanco, el CSRL ofrece una versión en color azul. Esta dinámica ha intensificado el conflicto entre ambas facciones, llevando sus confrontaciones a nuevos escenarios y, lamentablemente, a un recrudecimiento de la violencia que afecta a la población civil.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, sostuvo una reunión con el gabinete federal en la Ciudad de México para abordar la situación de seguridad tras el ataque. Las autoridades federales, en conjunto con la Fiscalía General de la República, la fiscalía estatal y la policía municipal, trabajan en las investigaciones y la implementación de medidas para contener esta escalada de violencia. La cooperación interinstitucional busca frenar el avance de estas organizaciones criminales y ofrecer justicia a las víctimas del ataque en “Los Cantaritos”.
