Redacción
El despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional (GN) hacia la frontera norte de México comenzó este martes como parte de un acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos. El objetivo de esta medida es reforzar la seguridad en la región, frenar el tráfico de fentanilo e inhibir la migración irregular, lo que permitió evitar la imposición de aranceles del 25 % por parte del gobierno estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había amenazado con la aplicación de estos gravámenes a productos mexicanos, argumentando que la migración irregular y el tráfico de drogas representaban un riesgo para la seguridad nacional de su país. Sin embargo, el lunes ambas administraciones alcanzaron un acuerdo para suspender la medida durante un mes, condicionado al despliegue inmediato de fuerzas federales en la frontera norte de México.
Como parte de la negociación, el gobierno de Estados Unidos asumió el compromiso de intensificar las investigaciones sobre el ingreso de armas a territorio mexicano. Se busca reducir la disponibilidad de armamento de alto calibre que ha sido incautado a grupos delictivos en México y que, en muchos casos, proviene del mercado estadounidense.
El despliegue de los elementos de la GN se realizó en las primeras horas del martes, con contingentes trasladándose desde diversas entidades del país hacia puntos estratégicos de la frontera. En total, los 10 mil agentes fueron distribuidos en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, concentrándose en ciudades clave como Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo.
Los efectivos movilizados provienen de entidades donde los índices delictivos han mostrado una reducción, según informaron las autoridades. Se aseguró que la reubicación de estos agentes no afectará la seguridad en las regiones de origen. Parte del contingente ya se encontraba en la frontera, mientras que el resto fue trasladado desde estados del centro y sureste del país.
El despliegue de la Guardia Nacional forma parte del operativo denominado «Frontera Norte», que busca evitar el ingreso de drogas a Estados Unidos y reforzar el control migratorio. En paralelo, el gobierno mexicano anunció que evaluará los resultados de esta estrategia para determinar las acciones a seguir en el marco del acuerdo bilateral.
El anuncio de la medida se produjo tras semanas de tensiones comerciales, en las que la administración estadounidense argumentó que los cárteles mexicanos mantenían alianzas que ponían en riesgo la seguridad y salud pública en su país. Como respuesta, el gobierno mexicano advirtió que también tenía preparadas acciones en materia comercial en caso de que los aranceles fueran implementados.
En los próximos días, ambos países evaluarán el impacto del despliegue y continuarán el diálogo para abordar las preocupaciones en materia de seguridad y migración. Mientras tanto, el acuerdo bilateral sigue vigente con la posibilidad de revisiones y ajustes conforme avancen las negociaciones.
