Redacción
Legisladores de oposición han criticado la actuación del gobierno federal ante los desastres ocasionados por el huracán Otis en la costa de Guerrero, particularmente en Acapulco. La desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) ha generado preocupaciones sobre la capacidad del gobierno para responder a emergencias como esta.
El Fonden, creado en 1996, es un instrumento financiero destinado a apoyar a las entidades federativas y a la Administración Pública Federal en la atención y recuperación de los efectos causados por desastres naturales. Su objetivo principal es ayudar en situaciones donde los recursos locales y estatales no son suficientes para hacer frente a la magnitud del desastre.
Este fondo se compone de dos programas: el Programa para la Reconstrucción (Fonden) y el Programa Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fopreden). Puede utilizarse para proporcionar alimentos, medicamentos y reconstruir viviendas y servicios públicos dañados por fenómenos naturales como sismos, huracanes, inundaciones, entre otros.
Sin embargo, en 2020, se implementó una reforma que eliminó la oficina encargada de administrar el Fonden y cambió la forma en que se gestionan los recursos para la recuperación. A pesar de la desaparición de la oficina, los recursos del Fonden siguen disponibles para emergencias, y actualmente cuenta con 18 mil millones de pesos para atenderlas. Los legisladores siguen debatiendo la posible eliminación de los 108 fideicomisos, incluido el Fonden.
En medio de la preocupación por la capacidad de respuesta del gobierno ante desastres, México se encuentra entre los 30 países más expuestos a fenómenos naturales, lo que, junto con el crecimiento de la población en zonas de alto riesgo, aumenta el peligro de desastres de gran magnitud.
