Redacción
Tras la llegada del huracán Otis a Acapulco, la ciudad se enfrenta ahora a otra emergencia de salud: un alarmante aumento en los casos de dengue. La situación post-Otis ha llevado a un drástico incremento en la incidencia de esta enfermedad transmitida por mosquitos.
De acuerdo con el Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Dengue de la Secretaría de Salud, hasta el 2 de enero de 2024, se han confirmado 4,181 casos de dengue en Guerrero durante el año 2023. Comparado con el mismo período en 2022, que registró 900 casos, la cifra presenta un aumento significativo de más de 3,200 casos.
Es relevante destacar que mientras en 2022 se reportaron 4 muertes por dengue en Guerrero, en 2023 esta cifra se elevó a 14, subrayando la magnitud del aumento de casos de un año a otro.
Un análisis más detenido revela que el huracán Otis, que golpeó Acapulco el 25 de octubre de 2023, marcó un punto de inflexión. El 55.6% de los casos de dengue en Guerrero durante 2023 se concentraron desde la semana epidemiológica 43, cuando ocurrió Otis, hasta la semana epidemiológica 52, a finales de ese año. Además, Acapulco, que no figuraba entre los municipios con más casos al inicio de este período, terminó siendo el tercer municipio con mayor incidencia, sumando un total de 2,036 casos.
La crisis se ha reflejado en la saturación de hospitales en Acapulco, donde la capacidad está al límite debido al aumento de personas, especialmente niños, hospitalizadas por dengue. Ante la situación, la Secretaría de Salud de Guerrero ha implementado medidas de control larvario en 8 áreas afectadas por Otis, abarcando visitas a hogares, revisión de recipientes y evaluación de la población.
La pregunta que surge es si estas acciones serán suficientes para contener la propagación del dengue o si se requerirá declarar una emergencia ante la expansión de esta enfermedad transmitida por mosquitos.
