REDACCIÓN
Antonio Guerra, director general de Grupomar, integrado por un conjunto de empresas del sector marítimo y pesquero en México, aseguró que actualmente la industria atunera cumple con las normas vigentes de etiquetado y están dispuestos a aceptar cambios en éstas, si es que la autoridad los realiza.
“Obviamente, creemos que la norma se puede mejorar y estamos como gremio industrial atunero en total apoyo a que eso ocurra de una forma organizada, discutida y para el bien de todos”, declaró en entrevista con Notimex.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló que de 57 presentaciones de atún que están disponibles en el mercado, 18 tienen soya en un porcentaje que va del 1.0 al 62 por ciento, los consumidores manifestaron a las autoridades que en las latas se especificara la cantidad de la mismas.
“Lo que yo entiendo es que ellos quieren que se pusieran ciertos datos en el etiquetado, pero la norma no dicta que se tenga que hacer de esa forma, lo que si dicta es que se tengan que poner los ingredientes, lo que compone cualquier lata de atún”, aclaró.
En este sentido, recomendó a las personas tomar como referencia de la calidad de los productos el precio de éstos, para tomar las decisiones respecto a sus compras.
“La forma que todo mundo lee, porque las etiquetas no tanta gente las lee como uno quisiera, es el precio. Hay marcas de marcas que salen debajo de los 10 pesos; hay marcas de las que más se venden que están entre 15 y 20, y hay latas de 20 o 30 pesos que son mucho más sólidas”, señaló.
Antonio Guerra, el también vicepresidente de Pesca y Acuacultura del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), aseguró que la industria está cumpliendo con las normas vigentes, que establecen el declarar los ingredientes de cada lata, sin embargo, reconoció que dichas normas se deben modificar.
“Nosotros desde hace ya tiempo hemos tenido años ciertas ideas de cómo mejorarlo, no hemos hablado con la autoridad porque la autoridad no ha tenido en su quehacer el reformar esa norma, ahora con esta nueva administración está poniendo en la mesa el actualizar la norma y estamos de acuerdo en las reglas”, comentó.
Explicó que en la adición de soya a las latas de atún no existe engaño al consumidor, pues ésta es una proteína saludable y permite que los costos puedan ser accesibles para las personas.
“Si alguien quiere consumir un mejor producto, la diferenciación va a estar en el precio, entonces entendamos que no hay un daño, no se está engañando al consumidor, porque se declara y el consumidor toma una decisión de compra en base a diferentes factores, uno de ellos es el precio”, aseveró.
Respecto a la petición de la industria pesquera de eliminar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de la gasolina ribereña y el diésel marino, para volver más competitivo a este sector, comentó este apoyo a la producción busca que los pescadores compitan en igualdad de condiciones ante el mercado internacional.
“Por ejemplo, Ecuador vende el diésel casi a la mitad de precio de lo que vendemos aquí, porque en la estrategia de ese país está apoyar la pesca, pero al final del día, si ellos pescan una sardina, un atún o un camarón van a venderlo al precio internacional que nos rige a todos, eso nos pone en una competencia desbalanceada”, señaló.
Advirtió que de no impulsar estos apoyos, las empresas se verán en desventaja ante competidores de otros países, lo que podría afectar su producción.
Antonio Guerra compartió que para esta temporada de cuaresma la producción se ha mantenido con buenas expectativas, y confían en el mercado nacional para que continúen optando por una proteína a bajo costo como el atún.
“Nosotros seguimos con nuestros planes de inversión, nosotros creemos en México, creemos en el mercado de consumidores que nos favorecen con su compra. Empezamos un año que inicia con una mejor pesca, a estas fechas llevamos un mejor volumen de pesca respecto al año pasado, pero también depende de temas climatológicos”, apuntó.
Grupomar cuenta con marcas como Atún Tuny, que tienen una presencia nacional y han apostado por la innovación en empaques y formas de presentación del producto, lo que les ha generado un nicho de mercado consolidado.
El consumo de atún enlatado en México es de nueve latas al año, en promedio, lo que es todavía menor en comparación con el consumo per cápita de otros países, como Estados Unidos, donde se consumen alrededor de 14 latas, o Europa, que están cercano a las 20 latas por año.
Guerra declaró que uno de los principales retos que enfrenta la industria pesquera, es el establecimiento de zonas o polígonos donde se reduce la actividad para protección de los recursos naturales. Manifestó que los pescadores son los principales protectores de estos ecosistemas, sin embargo, se ha generado una imagen errónea del trabajo que realizan.
“Los pescadores salen literalmente a jugarse la vida para dar alimentos a México, salen a hacer valer un derecho de tener aguas territoriales, salen a cuidar una soberanía. Estamos todos de acuerdo en que el mar hay que cuidarlo, hay que llevarlo de la mano para que no haya sobreexplotaciones, pero nos han atacado como algo que no somos”, expresó.