REDACCIÓN
Un nuevo estudio reveló que los ingredientes “inactivos” presentes en la mayoría de las píldoras o cápsulas de venta libre o con receta, pueden generar reacciones alérgicas o molestias en algunos pacientes.
La investigación realizada por expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y Brigham and Women’s Hospital, señala que en gran parte de los casos, los médicos no saben cuál de los ingredientes genera molestias en los pacientes.
“Para la mayoría de los personas, no importa si hay un poco de lactosa, un poco de fructosa o algo de almidón”, dijo Daniel Reker, uno de los autores principales del estudio.
Sin embargo, agregó que existe una subpoblación de pacientes que serán sensibles a ellos, y desarrollarán síntomas desencadenados por los ingredientes inactivos.
El estudio publicado en la revista “Science Translational Medicine”, señala que cuando los médicos suscriben una receta, especifican el tipo y dosis del producto farmacéutico activo, pero nada acerca de los ingredientes inactivos.
También una gran cantidad de medicamentos contienen diferentes formulaciones, que depende del fabricante encargado de suministrar el fármaco.
Al revisar diversas revistas médicas para el proyecto, los científicos identificaron que varios estudios describían a pacientes con reacciones alérgicas a ingredientes inactivos como la lactosa y tintes químicos.
Los problemas potenciales podrían ser frecuentes entre personas mayores de 65 años, de los cuales 30 por ciento toma al menos cinco pastillas por día y eso permite la acumulación de ingredientes.
En otra etapa de la investigación, encontraron que para la mayoría de los medicamentos, más de la mitad de la píldora está compuesta de ingredientes inactivos, y en algunos es la cantidad llega al 99 por ciento.
También revelaron que alrededor de 93 por ciento de los fármacos contienen alérgenos como el aceite de maní, lactosa o colorantes, además de que casi todos poseen compuestos que no son tolerados por pacientes como gluten y algunos tipos específicos de azucares.
Los investigadores esperan que su estudio aumente la conciencia sobre este tema entre pacientes y médicos, además de estimular reformas que podrían proteger a las personas de medicamentos que no toleran bien.
“En este momento, existe un desequilibrio en la cantidad de información y comprensión que existe con respecto a los componentes inactivos de la medicación”, expresó Giovanni Traverso, uno de los autores principales de la investigación.