Redacción
Hasta el cierre de esta edición, el huracán Milton, localizado a unos 100 kilómetros de la costa de Progreso, Yucatán, se consolidó como el ciclón más potente de la temporada 2024 tras alcanzar la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. Con vientos sostenidos de 285 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 350 kilómetros por hora, Milton se posiciona como el fenómeno meteorológico más significativo del año.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta ante la alta probabilidad de que el huracán toque tierra en Yucatán en las próximas horas. Se espera que el ojo del ciclón impacte entre Celestún y Progreso entre la noche del lunes y la madrugada del martes, lo cual podría resultar en daños extensos en la región.
Las bandas nubosas de Milton ya comenzaron a afectar el norte de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, anticipando un escenario de graves consecuencias para estas áreas. Además de ser el huracán más intenso de la temporada, Milton también figura entre los ciclones más poderosos de las últimas décadas.
Para poner en perspectiva la magnitud de este fenómeno, vale recordar que en junio, el huracán Beryl alcanzó la categoría 5 con vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora. En el Pacífico, el huracán Gilda, en agosto, alcanzó velocidades de hasta 215 kilómetros por hora, mientras que el ciclón Remal en el océano Índico registró ráfagas de 140 kilómetros por hora.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos calificó a Milton como un fenómeno potencialmente catastrófico. De acuerdo con datos satelitales, la estructura del ciclón sugiere una gran intensidad, y aunque se anticipan algunas variaciones en su fuerza, los pronósticos indican que Milton mantendrá condiciones extremadamente peligrosas hasta su entrada a tierra firme, no solo en México, sino también en su posible avance hacia Florida.
Uno de los mayores riesgos asociados con Milton radica en la marejada ciclónica, que podría elevar el nivel del mar hasta 1.80 metros por encima del suelo a lo largo de la costa norte de la Península de Yucatán, lo que agrava el posible impacto en la región.
