7.1 y el suelo tronó.
El 19 de septiembre del 2017 a las 13:14 horas la respiración de los mexicanos se detuvo en un siniestro que azotó los límites de Puebla y Morelos, propagándose por el centro del País.
Las comunicaciones se cayeron un instante y al restablecerse las redes sociales se llenaron de videos con edificios desplomándose alrededor del país.
Cerca de 3 mil 428 militares salieron a las calles para ayudar a los heridos y a quitar escombros, el pueblo estaba de luto, una vez más un 19 de septiembre.
Esa noche tras el recuento de los daños la Ciudad de México tenía 38 edificios menos, pero el que más impactó fue la caída del Colegio Enrique Rebsamen. Al menos 19 niños y 7 adultos perdieron la vida dentro de sus paredes colapsadas.
Miles de compatriotas se movilizaron para ayudar a la labor de búsqueda y rescate de las personas desaparecidas bajo los escombro, otras miles repartieron comida y mantas a las presentes en las zonas de mayores daños, otros tantos comenzaron con la organización de centros de acopio, pero México seguía en silencio.
Entre más tiempo pasaba era mayor la cifra de afectados por el terremoto, las entidades con mayor índice de pérdidas humanas fueron la Ciudad de México con 228 fallecidos, Morelos con 74, Puebla con 45 y el Estado de México con 15.
Sin embargo mientras la capital era televisada en todo momento con las obras de rescate del Rebsamen, el Estado de México vivía su propio duelo con derrumbes en Nezahualcóyotl, Villa Guerrero, Xalatlaco, Ecatzingo, Ocuilan, Santiago Tianguistenco, Amecameca y Toluca.
Registrado en total de 7 mil 565 viviendas dañadas, 2 mil 865 con daños menores, 2 mil 900 con daños parciales y mil 800 pérdidas totales.
En un instante 78 escuelas mexiquenses cerraron sus puertas esperando poder reconstruirse con el tiempo, pero la cifra de centros académicos damnificados superaba las 4mil 900 instalaciones. Además de 27 monumentos históricos entre iglesias conventos y museos.
Pronto comenzaron a solidarizarse las naciones mandando 664 toneladas de donativos en especie y asistencia técnica. A pesar de la pena y la tristeza México no estaba solo y entre aplausos y lágrimas la ayuda salía de todas partes para no dejar de lado a ningún damnificado.
A dos años de el terremoto del 2017 las estadísticas presentan un avance en la reconstrucción general del país pero se estima que a finales de este año sólo llegará al 40% y se prevé que para finales del próximo pueda cubrirse el 100%.
7.1 en la escala de Richter… El silencio, la fé y el trabajo en conjunto, recuerdan a las 369 personas fallecidas, a las familias que se quedaron sin su patrimonio, a los alumnos que tuvieron que cambiar de institución.
7.1, sólo un recuerdo. Un recuerdo que parece vívido ante los ojos de aquellos que no podrán olvidar…
Por: Frida GARCÍA
