REDACCIÓN
Los 30 mil millones de dólares que México destinó a los países del Triángulo del Norte, entre ellos El Salvador, para la siembra de árboles frutales y maderables, provienen del Fondo de Infraestructura para países de Mesoamérica y el Caribe, aprobado por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Los recursos, que ahora forman parte del Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, cuyo principal objetivo es fortalecer el desarrollo social y combatir de manera integral las causas la migración en Honduras, Guatemala y El Salvador, formaban parte de un instrumento de cooperación mexicana creado para canalizar apoyos financieros a proyectos de infraestructura en Centroamérica y el Caribe.
Entre los años 2012 y 2016 dicho instrumento, también conocido como Fondo Yucatán, aprobó 129.7 millones de dólares en 16 proyectos destinados a 11 países de la región. De esa cantidad, 83 por ciento se invirtió en Centroamérica en nueve proyectos en Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Entre los proyectos que se impulsaron con estos recursos destacan carreteras del Corredor Pacífico, por donde circula 95 por ciento del comercio de la región, como: la autopista en Puente Chac-Temal y la de Villa San Antonio-Goascorán.
Además, se invirtieron 19.1 millones de dólares en la rehabilitación de la carretera Empalme Nejapa-Puerto Sandino; 19 millones más en la planta de procesamiento de productos cárnicos y 25.4 en el puente sobre el Río de la Paz y para la autopista al Puerto de la Libertad.
Entre 2012 y 2017, el Fondo de Yucatán también aprobó el financiamiento de siete proyectos para el Caribe; dos de ellos en Haití, donde se trabajó en la sostenibilidad del Hospital de Gonaives de paneles solares y en la construcción del Instituto Nacional de Parteras, para lo cual se contó con un presupuesto de 2.5 y 3.62 millones de dólares, respectivamente.
Mientras que para Jamaica se destinaron 1.8 millones de dólares, que se ocuparon para servicios de diseño y construcción para rehabilitación de Riverton Road en Kingston; para San Vicente y las Granadinas fueron cinco millones de dólares, empleados para el remplazo del puente y protección del terraplén del rio Cumberland, mientras que para Granada fueron cinco millones de dólares destinados a la reconstrucción del edificio del Parlamento.
Además, en Santa Lucía se impulsaron dos proyectos: el primero fue el diseño y construcción de la planta integral y sostenible de agua potable en Dennery Norte para el que se contó con cinco millones de dólares, y el segundo la reconstrucción del Hospital St. Jude, que tuvo una aportación de 2.65 millones de dólares.