REDACCIÓN
El novelista y ensayista mexicano Geney Beltrán Félix señaló que el hecho de que el Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional alcanzara tanto éxito durante las 12 ediciones que tuvo lugar ahí, no nos debe hacer olvidar el fenómeno de que ha venido disminuyendo el número de librerías, tanto en la Ciudad de México como en el resto de la República.
El también editor resaltó la importancia que tienen en el país los remates de libros y el cambio de sede ya anunciado por la Secretaría de Cultura y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).
“Las librerías son, naturalmente, el primer escaparate a donde debe llegar la producción editorial, por lo que sería bueno que se revirtiera esa tendencia y que se revitalizara la presencia de las librerías en el territorio nacional. Por otro lado es importante considerar que una buena parte de la producción editorial que llega al remate tenga otro destino”.
Explicó que esos volúmenes podrían tener cabida en la red de bibliotecas públicas y de las universidades de la geografía nacional. “Convendría plantear un esquema en el cual la oferta editorial tenga una segunda oportunidad llegando a una mayor cantidad de lectores a través de las bibliotecas; son posibilidades que se pueden manejar a la par del remate”.
Geney Beltrán reconoció, sin embargo, que todos los remates de libros representan una excelente oportunidad para que editores y lectores confluyan, y que los primeros pongan a disposición de los segundos aquellos libros que no han tenido una suficiente fortuna comercial, pero que pueden seguir siendo de un gran interés cultural.
“La expectativa es que si el Gran Remate de Libros en el Auditorio Nacional no se va a realizar en ese recinto por la reducción de 800 metros cuadrados en su vestíbulo, se tenga otra sede que sea de fácil acceso. En eso ya trabaja la Secretaría de Cultura de esta ciudad”, añadió.
El también crítico literario y traductor recordó, en entrevista con Notimex, que el Gran Remate de Libros realizó en total 12 ediciones, siempre durante la Semana Santa, “creando una muy buena oportunidad para que quienes se desplazaran a la Ciudad de México desde los estados pudieran aprovechar las rebajas”.
Por otro lado, el entrevistado señaló que esta coyuntura es útil para reflexionar sobre las circunstancias de desventaja en las cuales trabaja buena parte de la industria editorial mexicana, y dejó ver su deseo porque pronto se encuentre una nueva sede para ese remate de libros, pero sobre todo, porque dejen de cerrar librerías y abran más en todo el país.
