Redacción
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reconoció la existencia de encuentros entre autoridades y grupos criminales en su entidad, destacando que, aunque han disminuido, estas interacciones siguen ocurriendo. La declaración tuvo lugar durante su participación en la firma del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad.
La situación se enmarca en un contexto de violencia creciente, agravado por la difusión de una carta atribuida a Ismael «El Mayo» Zambada. En el documento, se asegura que el día en que Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue entregado a las autoridades de Estados Unidos, estaba prevista una reunión entre Zambada, el gobernador Rocha Moya y Héctor Cuén Ojeda, exrector de la Universidad de Sinaloa.
En la madrugada de hoy, se reportaron múltiples actos violentos en la capital del estado, donde al menos cinco personas fueron asesinadas y se registró el vandalismo de cámaras de seguridad. La Secretaría de Seguridad Pública informó que desde las 2:23 de la madrugada se recibieron al menos 31 reportes de balaceras en diversos puntos de la ciudad.
Ante estos hechos, el gobernador indicó que las autoridades estatales trabajan para atender la violencia y fortalecer la seguridad. Rocha Moya señaló que, aunque se han enfrentado nuevos desafíos, como el ataque a las cámaras de vigilancia, se están implementando acciones inmediatas para reponer los equipos dañados y mejorar la respuesta ante situaciones de riesgo.
La escalada de violencia y las acusaciones relacionadas con figuras públicas y grupos delictivos plantean un panorama complejo para Sinaloa, que enfrenta retos significativos en materia de seguridad y gobernabilidad.