Redacción
El Senado avaló en procedimiento fast-track la reforma a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación que incrementa tarifas para países con los que México no mantiene acuerdos comerciales. La minuta llegó a la Cámara alta cinco horas antes de su votación y se llevó de inmediato al pleno sin pasar por comisiones, al ser considerada de urgente resolución.
Con 76 votos a favor de Morena y el PVEM, cinco en contra de Movimiento Ciudadano y 35 abstenciones del PAN, PRI y del Partido del Trabajo, el documento fue aprobado en lo general y lo particular. La propuesta incluye modificaciones a mil 463 fracciones arancelarias de 17 sectores estratégicos como autopartes, textil, plásticos, siderurgia, vestido, electrodomésticos y calzado, entre otros.
Durante la discusión, el panista Miguel Márquez Márquez explicó que su bancada optó por la abstención pese a coincidir con el objetivo de proteger la industria nacional y evitar prácticas de competencia desleal. Señaló que la Cámara alta operó como una Oficialía de Partes al no revisar el contenido del dictamen ni escuchar a los sectores productivos, a diferencia de lo ocurrido en San Lázaro. Advirtió que los aranceles por sí solos no garantizan el fortalecimiento industrial sin financiamiento, innovación y certeza jurídica.
En la misma línea, el priista Miguel Ángel Riquelme Solís criticó que la discusión se realizara al vapor. Sostuvo que aumentar impuestos sin una estrategia industrial sólida puede frenar la producción nacional, encarecer insumos y derivar en incrementos en el precio de bienes electrónicos y otros productos de consumo cotidiano. Subrayó que un regreso al proteccionismo significaría riesgos para la inversión y el desarrollo tecnológico.
Desde Morena, el senador Emanuel Reyes afirmó que la reforma forma parte del denominado Plan México, cuyo propósito es corregir distorsiones comerciales, reducir la dependencia de importaciones y proteger el empleo. Indicó que la medida busca enfrentar prácticas desleales provenientes de países sin acuerdo comercial con México, entre ellos China, India, Corea del Sur, Vietnam, Brasil, Taiwán, Indonesia y Sudáfrica.
El dictamen prevé una recaudación de 51 mil 910 millones de dólares en importaciones. La reforma incorpora sectores como la industria automotriz, del vidrio, del mueble, del papel, del aluminio, del juguete, de motocicletas y de remolques, con ajustes arancelarios que varían según el tipo de mercancía. Su aprobación evitó el debate en comisiones y replicó el procedimiento acelerado que se aplicó previamente en la Cámara de Diputados.
La senadora del PAN, Imelda Sanmiguel, advirtió que la reforma carece de elementos técnicos que permitan dimensionar su impacto. Consideró que los aranceles deben ser temporales, evaluables y adaptarse a coyunturas específicas para evitar presiones inflacionarias, volatilidad comercial y afectaciones al empleo. Señaló que sin estudios previos, los riesgos para consumidores y empresas podrían ser mayores que los beneficios.
Luego de su aprobación, el dictamen fue enviado a la presidenta Claudia Sheinbaum para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, con lo que la aplicación de las nuevas tarifas quedará en manos del Ejecutivo federal.







