* Partidos que no aceptan su derrota demuestran inmadurez política: CTM.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) afirmó que los partidos políticos que no aceptan su derrota y la decisión del electorado demuestran su falta de madurez política.
«Si se meten al juego de la política, donde se gana y se pierde, hay que aceptar la decisión de la población, pero también hay una autoridad a la que se debe respetar en todo momento y no descalificarla», dijo Patricio Flores Sandoval, secretario de Comunicación de la CTM.
En entrevista, comentó que es lamentable escuchar a un aspirante a un puesto de elección popular decir que acepta la derrota, pero después cambia de opinión por presiones del dirigente de su partido, y convoca a movilizaciones sociales.
«Cuando se obstruyen avenidas y se afecta a terceros no es pacífica», externó el también dirigente del Sindicato Industrial de Trabajadores y Artistas de Televisión y Radio.
Lo más sano para nuestra democracia, apuntó, es que los aspirantes que fueron derrotados respeten la decisión del electorado y «no buscar con sus dirigentes las llamadas concertacesiones que tanto daño le hicieron a nuestro país en el pasado».
Consideró que salir a la calle y entorpecer la vida cotidiana de la población, las actividades comerciales e industriales, daña a la economía del país y sobre todo, a la de los trabajadores que no pueden llegar a sus centros de labores debido a bloqueos y manifestaciones.
Es el momento, estableció, de empezar a madurar políticamente y los aspirantes a puestos de elección popular a aceptar que no contaron con la simpatía de los electores.
«Los líderes de los partidos políticos deben aceptar que se gana y se pierde con un voto, esa es la democracia y debemos respetarla y no querer cambiar los resultados a través de chantajes como recurren insistentemente algunas organizaciones de izquierda», subrayó Flores Sandoval.
Indicó que existen los foros adecuados para que los partidos manifiesten sus inconformidades dentro de lo que establece la ley y no recurrir a movilizaciones que solo afectan la vida de la población.
