jueves, noviembre 14, 2024
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A mi manerA

Por Julio A. AGUIRRE

* Banderazo a campañas… sucias.
* El «Bronco» en el Edomex.
* ¿Es PRI el partido del pueblo?

Cuando la adversidad llama a tu puerta, todos los amigos están dormidos. Proverbio polaco.

    El pasado fin de semana se dio, desde nuestra perspectiva, el banderazo a las campañas sucias pensando en las elecciones del 2017 (elegir gobernador en el Estado de México), y 2018 (buscar presidente de la República). Para luego es tarde, pensarán los opositores al gobierno tricolor.

    El Partido de la Revolución Democrática (PRD), que donde las dan las toman, manifestó que el gobierno de la entidad tiene en sus manos la gran oportunidad de demostrar congruencia cuando pregona honestidad y anticorrupción, pues la permanencia de Apolinar Mena como secretario técnico de su gabinete está sostenido con alfileres.

    Esto luego de que se diera a conocer, por segunda ocasión en el año, que Apolinar Mena Vargas, exsecretario de Comunicaciones del Estado de México, fue exhibido en un audio ordenando a uno de sus subalternos a «inventar» cifras de inversión de la línea 2 del Mexibús, pues le urgía presentar un expediente, presuntamente al gobernador mexiquense.

    La defensa del gobierno estatal no tardó en manifestarse y por conducto de Luz María Zarza Delgado, consejera jurídica en la entidad, aseguró que el caso OHL, que traspasó las fronteras estatales y nacionales, pudiera encuadrarse en una campaña de desprestigio en su contra.

    La administración de Eruviel Ávila Villegas «no caerá en provocaciones», remarcó.

    Campaña clásica de ataque y defensa. Cuando dos partes defienden su verdad, la verdad brilla por su ausencia mientras las autoridades competentes no concluyan el caso y con hechos justificables dictamine el clásico culpable o inocente a la persona (s) involucrada (s).

    Como ciudadanos no nos preocupa tanto el veredicto final en el tema. Lo verdaderamente alarmante es la duda. ¿Hasta dónde estarán dispuestos los partidos políticos a llegar para mantener el poder, unos, y arrebatar el mismo, otros?

    La cercanía del cambio de poderes en la entidad mexiquense y el gobierno federal presagia, quizá, la más grande de las campañas sucias y desprestigio jamás vistas. ¡Qué Dios nos agarre confesados!

SE «LUCE» EL BRONCO

    En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él. John F. Kennedy.

    Mientras se daban a conocer los dichos entre gobierno-PRD-Apolinar Mena- Mexibus, en la misma entidad mexiquense se daba otra más de las reuniones entre integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), funcionarios de la Secretaría de la Función Pública federal y el Sistema Nacional de Transparencia, para firmar convenio de colaboración e implementar políticas de combate a los actos indebidos de funcionarios públicos y emprender todas las medidas para consolidar «gobiernos abiertos».

    Entre los mandatarios asistentes Jaime Rodríguez, gobernador de Nuevo León, que demostró que un buen «Bronco», repara en su corral y en el ajeno. La gente ha dicho un ya basta a los tratos en lo oscurito, a los compadrazgos, a los moches, a los aviadores, a los coyotes, al dicho de que el que no tranza no avanza; los mexicanos, estamos hartos del ya merito, del ya casi. Queremos un mejor país para todos, no sólo para nuestros hijos, sino para nosotros mismos, queremos un país donde el cáncer de la corrupción sea extirpado, donde podamos vernos los unos a los otros sin desconfianza, apuntó.

CON LA MISMA TIJERA

    El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla. Enrique Tierno Galván.

    La tela con lo que los políticos perfeccionan sus trajes cambia de colores pero la tijera que los diseñan es la misma. Lo denunciado por el «Bronco» finalmente, resulta la misma gata pero revolcada. Lo han dicho tricolores, azules, amarillos y hasta quien no tienen colores y siglas partidistas, caso del propio Jaime Rodríguez, ¿y?

    El Partido Revolucionario Institucional podría perder la presidencia de la República en 2018 de la misma manera que Vicente Fox Quesada (2000-2006) los sacó de Los Pinos.

    Lo dicharachero del panista le alcanzó para imponerse a su propio partido (Acción Nacional) y al Partido Revolucionario Institucional (PRI), para que la alternancia en el país hiciera historia.

    El discurso de Jaime Rodríguez «El Bronco» en suelo mexiquense pudo ser de orejas, rabo y salida en hombros en la plaza más grande del país.

    No dijo nada novedoso, expresólo que el pueblo quiere escuchar y que a la larga influye en el momento de sufragar.

    Esto es algo que no tiene y no ha aprendido la militancia del Revolucionario Institucional, partido que pregona ser del y para el pueblo pero habla y actúa como enemigo de las masas.

    Es tiempo de entender que el político-político no siempre vencerá al político facilito, sencillote, de botas y bigote como Fox, o de un «Bronco» montando a un brioso corcel haciendo y diciendo lo que al pueblo le gusta.

    Coherencia, trasmitir confianza, popularidad y hasta populismo, sencillez y humildad son propiedades que a ningún político le estorban. Digo.

    Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final… A mi manerA.

Correo electrónico:
 aguirre@8columnas.com.mx

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