Por Julio A. AGUIRRE
*Todos son responsables.
*Estado de México infectado.
* Mensaje para el presidente.
Me siento más fuerte después de haber sufrido, y aún me siento más fuerte por haber sobrevivido.
El pasado fin de semana fue asesinado el presidente municipal de Jilotzino, Juan Antonio Mayén Saucedo junto con sus escoltas. Otra bomba que estalla en el Estado de México y que nuevamente echa por tierra las opiniones y estadísticas de las máximas autoridades en su defensa de que la entidad está bien respecto a la reducción de delitos de alto impacto. Falacia absoluta.
Obviamente no se trató de un homicidio simple. Los 100 disparos que realizaron los delincuentes señalan que la ejecución fue de alto calibre. Iban por él sí o sí. El hecho resulta un mensaje -cero y van… del crimen organizado para las autoridades municipales, estatal y el propio gobierno de la República.
Estamos en un frontal reto de los «malos» para los «buenos» que siguen sin dar pie con bola. Un reto y una burla, agregaríamos.
Los malos haciendo su trabajo muy bien y los buenos realizando su trabajo muy mal.
Como siempre sucede en estos casos -acribilladas las personas- de inmediato la misma respuesta. Iremos hasta el fondo. El esclarecimiento es prioridad para las autoridades mexiquenses y todas esas frases de cajón que tienen jodidos a los ciudadanos.
Ciertamente, los encargados de la seguridad ciudadana andan en busca de los responsables; sin embargo, tendrán que hacer un acto de conciencia. Al edil perteneciente al Partido de Acción Nacional no lo asesinó el crimen organizado. En tan delicado tema la responsabilidad es de todos refiriéndonos al gobierno municipal, estatal y federal, a los partidos políticos, a las instituciones electorales y claro está a los legisladores.
Lamentablemente, el tema resulta un botín político electoral de miedo y enorme riesgo para el partido en el poder y la oposición.
¿Cuántos Juan Antonio Mayén existen en las mismas filas del partido blanquiazul, dentro del Partido Revolucionario Institucional y del Partido de la Revolución Democrática, sobre todo?
Ningún dirigente y/o militante, autoridad y diputado mexiquense realmente lo sabe. Y si lo conoce nunca lo denunciará.
Sorprendente la declaración del gobierno del Estado al señalar, a escasas horas del acontecimiento, que el alcalde de Jilotzingo tenía vínculos con la delincuencia organizada.
¿Por qué no han actuado con la misma rapidez en otros casos? Porque estarían, comento A mi manerA, desprestigiando al partido opositor, tratando ellos de lavarse las manos.
Ciertamente el asesinato de varias personas en la celada mortal «ayuda», en parte, a la oposición para arremeter en contra de las (no) acciones del gobierno del estado culpándolos de inefectividad y recordando por qué el Estado de México ocupa los primeros lugares en el país respecto a inseguridad.
Nuevamente los partidos políticos valiéndose de la sangre humana y el luto ajeno para repartir culpas, evadir responsabilidades y evitar el desprestigio político electoral.
No le busquen. Fue un comando armado el que ejecutó al edil y sus acompañantes. Fue el brazo ejecutor, sin embargo no están solos, seguramente cuentan con «cómplices» de alto nivel.
COMO VA…
Sangre… muy revueltas están las aguas en el Estado de México y lamentablemente irán incrementándose en los pocos meses que restan a la actual administración. Los ataques irán en ascenso y el baño de lodo entre el partido en el poder y la oposición, las mentadas de madre y la guerra sucia toma tintes sangrientos. ¿A dónde vamos a parar?
Lo reconocen… hemos insistido que el sol no se tapa con un dedo y ante los hechos reales la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana a través de su titular Eduardo Valiente ha admitido el incremento exponencial de la delincuencia en el municipio de Toluca, sin embargo afirmó que se trabaja a través de las fuerzas federales con las Bases de Operación Mixtas (BOM) para hacer frente y frenar la comisión de delitos.
Ahí está parte de la problemática y desesperación ciudadana.
El Ejército, la Marina, la Policía Federal (PF), la Procuraduría General de la República (PGR) y el CISEN (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) y las instancias estatales no han podido frenar los altos índices delictivos en la entidad, ¿entonces?
Ante dicho panorama viene a nuestra mente la pregunta. ¿Por qué el presidente de la República, el mexiquense Enrique Peña Nieto, no ha tomado la decisión de enviar todo lo que esté a su alcance y desinfectar una entidad en plena terapia intensiva? Sus paisanos, señor presidente, le envían un mensaje: ¡Help!
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también reí, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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