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A mi manerA

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Por Julio A. AGUIRRE

* Candidatos comodinos.
* Chínguele m’ijo.
* Todos coludos.

Hay mucha gente que cuando ha de hacer algo, hace algo; aunque no sea exactamente lo que ha de hacer. Noel Clarasó.

Lejos quedaron aquellas campañas donde los candidatos a un cargo de elección popular en verdad se ensuciaban los zapatos, y algunos hasta las suelas se terminaban por el uso recorriendo calles y tocando puertas.

Ciertamente, existen, aunque quedan pocos, aquellos que nunca perdieron esa buena y sana costumbre, y algunos otros dispuestos a retomarla. La mayoría de candidatos, de todos los partidos políticos, se han vuelto desobligados y comodinos, bastante comodinos.

Piensan que los espacios otorgados por el Instituto Nacional Electoral, vía radio o televisión son suficientes para ponerle musiquita a sus mensajes, salir bailando y haciendo osos que la sociedad capta, pero a ellos no les importa.

Hay otros que ordenan a sus equipos de campaña la colocación de pendones. En ellos se ve el rostro de la y él candidato luciendo su mejor ángulo, mostrando su sonrisa, en fotos de estudio, como si estuvieran anunciando alguna pasta dental, y la clásica frase: «Vota por mí».

Tapizan paredes y forran postes; hacen de las calles horribles tendederos y a escaso medio metro de donde se puso la publicidad de un candidato opositor, colocan la propia no sin antes, y aprovechando el viaje, destruyen o desaparecen la publicidad del enemigo.

Tan comodinos e irresponsables que han enterrado la esencia del pasado y el verdadero valor para ganarse, a ley, el sufragio. Escuchar a la gente, caminar, tocar puertas, ser sinceros y mostrar humildad.

Bajo estos hechos sostenemos nuestro sentir: Millones de pesos tirados a la basura con propaganda barata.

Botones como muestra tenemos para dar y prestar, hoy tocaremos uno de ellos.

Martha Hilda González Calderón, ex presidenta municipal de Toluca que abandonó el barco para asegurar un nuevo cargo, por consejos de su equipo de trabajo, colocaron un pendón cerca de donde vive quién escribe -nadie me lo cuenta, lo veo con mis propios ojos-.

Ahí aparece el rostro de la ex alcaldesa de Toluca, feliz, contenta y en la foto mostrando mucha seguridad. ¿Sabe usted, amable lector, cuánto les duró el gusto?

¡Un día! Hoy esa gigantesca manta luce rota, enrollada e invisible e inservible. Eso mismo sucede en otros sitios con su famosa publicidad. Obviamente se gastó una buena lana en la elaboración de su publicidad y posiblemente el dinero que dio a esos ciudadanos que aceptaron colgar en las paredes de sus casas la publicidad de la candidata a diputada federal.

La cantaleta del Partido Revolucionario Institucional anunciando candidatos cercanos a la gente, el compromiso de recorrer calles y tocar puertas no deja de ser un mito que años atrás llegó para quedarse.
    Hoy, los aspirantes apuestan por ganar desde la comodidad de sus casas.

Los aspirantes de «carne y hueso» al parecer se acabaron. Hoy tenemos candidatos de televisión incapaces de dar la cara a la sociedad. ¿Tanto es el temor de que el pueblo les azote la puerta contra su nariz?
    ¡Si quieres estar bien, chínguele mijo, chínguele!, decía mi viejo.

POR LOS SUELOS

Los discursos inspiran menos confianza que las acciones. Aristóteles.

Con la poca credibilidad ciudadana en los partidos políticos y candidatos, los comités partidistas se han arropado y con ello reforzado sus campañas, o con el futbolista famoso, o con el boxeador triunfador, o la comediante famosa y querida, o el cantante de moda.

Los que estén de moda, a los partidos les acomoda.

Está bien, allá ellos y el ridículo que hacen cuando anuncian cinco mil, siete mil, 10 o hasta 15 mil gentes que lograron reunir en sus mítines.

Lo que no reconocen, es que la gente acudió para ver bailar a mujeres de buen ver; cantar al artista de moda; o pedir el autógrafo y tomarse una foto con el deportista invitado (y muy bien pagado).

No nos rasgamos las vestiduras por ello, lo que no debe aceptarse nunca son campañas como la señalada ayer en este espacio sobre los rumores de robo y secuestros de niños en el Estado de México.

Eso fue ayer, lo que hoy llama la atención es el oportunismo y la voracidad del Partido Acción Nacional, aprovechando el caso de la joven Alondra Luna Núñez en sus actos de campaña.

Ante el hecho, el Partido de la Revolución Democrática ha solicitado al Instituto Nacional Electoral sancionar al partido blanquiazul por la utilización de la joven Alondra en un acto de campaña electoral en Guanajuato.

«Hago un llamado enérgico a que tengamos un poquito de dignidad elemental o vergüenza para no andar usando a una joven en medio de un drama para tratar de jalar votos o de jalar medios de comunicación, o llamar la atención, creo que no es lo más sano ni lo más adecuado», expuso.

En otras circunstancias estaríamos elogiando la postura del partido del sol azteca.

Hay que tener memoria y ser autocríticos. Dentro de las campañas de lodo y en medio de la desgracia humana, ningún partido político está en condición política-electoral de dichos señalamientos. En los partidos políticos de nuestro México lindo y jodido hasta el más pelón se hace trenzas. Digo.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez reí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

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