* Carolina, «La Jefa».
* Tablero tricolor.
* Se aclara el panorama.
Por Julio A. AGUIRRE
P
or grande que sea el puesto, ha de demostrar que es mayor la persona: Baltasar Gracián.
Continúa el edificio principal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) resintiendo las réplicas del sismo sucedido el pasado 5 de junio, que los zarandeó de fea manera.
Ganar sólo cinco (iban por nueve) de las 12 gubernaturas en juego pegó en el orgullo y ego tricolor de forma tal que se vio obligado a implementar nuevas estrategias ante la cercanía de dos eventos de enorme interés para ellos. La elección en el Estado de México para gobernador (2017) y el proceso electoral presidencial (2018).
Clásico sube y baja político. Manlio Fabio Beltrones presentó su renuncia con carácter de irrevocable -acto digno de su parte- pues desde nuestra perspectiva Manlio Fabio no fue el único culpable de la hecatombe sufrida.
Mientras él se va, la «ganadora» resultó Carolina Monroy del Mazo quién, aún sin rendir protesta, es de ayer la nueva «Jefa». La mexiquense es presidenta del Comité Ejecutivo Nacional.
Los movimientos en el tablero tricolor van dando pistas y aclarando ciertas dudas a la ciudadanía y sobre todo a esos grandes expertos de la política.
Carolina Monroy del Mazo -se supone- cambia sus aspiraciones de ser la candidata muy seguramente a gobernadora del Estado de México, pero a cambio asume el poder, más que el control, del partido que hasta el momento conserva el Poder Ejecutivo federal.
Los estatutos del Partido Revolucionario no son, para quien escribe, del todo creíbles y respetables. Los estatutos como las leyes, se hicieron para brincarse cuando así conviene a los intereses de los altos mandos. Señalaban que Manlio Fabio Beltrones tenía que presentar su renuncia -en tiempo y forma- si su deseo era competir por la presidencia de la República.
Mismo caso, se supone, será para Monroy del Mazo. Aceptar la dirigencia nacional sería, entonces, decir adiós a su aspiraciones de gobernar la entidad que la vio nacer.
Vendrán comentarios de todo tipo hacia Carolina Monroy, sin dejar de lado el parentesco con el presidente de país, a lo que el partido no se desgastará demasiado. Su defensa simple y contundente: Está basado en los documentos.
SE REDUCE EL NÚMERO
Las autoridades son legítimas cuando sirven al bien, cesan de serlo al cesar de servirlo. Ramiro de Maeztu.
El impacto de cómo queda en estos momentos el mapa del priísmo nacional tiene gran impacto para el Estado de México. Sin Carolina, la lista de interesados con reales oportunidades, se reduce para 2017.
Los mal pensados apuntarán que Alfredo del Mazo Maza tiene el camino libre para ser el candidato de unidad.
Si es amarillo como pato, si camina como pato y se hace cúa -cúa como pato, obviamente es pato.
Nos explicamos para quienes no entienden las barbaridades que aquí se comentan.
El presidente de México (Enrique Peña Nieto) es primo de la presidenta del PRI (Carolina Monroy), quién a la vez es prima de Alfredo del Mazo Maza y del Mazo Maza quiere ser el próximo gobernador del Estado de México.
Otra opción y opinión personal: con Carolina Monroy del Mazo, férrea defensora de la equidad de género, abriría la puerta para que otra militante del sexo femenino se colara rumbo a la candidatura.
Mejor aquí le cortamos al tema reconociendo que de política yo sólo sé que no sé nada.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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