Por Julio A. AGUIRRE
* Crisis en el PRI.
* La verdad no peca…
* Hay cabezas duras.
Cada mañana nacemos otra vez. Lo que hagamos hoy es lo que más importa. Buda.
El ser humano que aprende más del fracaso que del éxito es persona con más inteligencia, valor, autocrítica, y mayores posibilidades de levantarse a tiempo de las caídas.
Dentro de las filas del partido en el poder, sostenemos, son pocos quienes entienden y modifican. Otros aprenden la lección e intentan la mejoría personal y partidista. Tanto tiempo en el poder nubla la mente y en actos de desesperación suele perderse la cordura, realizando movimientos en su tablero que algunos -los que sí saben- no logran entender.
Algunos señalan que el Partido Revolucionario Institucional está en franca caída y que los focos, hasta hace poco amarillos, han cambiado a color rojo. La crisis en la que se encuentra el partido tricolor puede ser el más complicado en la historia; incluyendo la época en que perdieron Los Pinos.
Todo inicia, aseguran algunos, el pasado 5 de junio inició su debacle tras ser derrotados por la oposición.
La mala racha del Revolucionario Institucional sigue y desde nuestra humilde opinión lo peor está por llegar.
Viene la elección (2017) en el Estado de México y quiérase o no hay preocupación tricolor. Hoy algunos realistas han aterrizado en la realidad ante la fuerza moral-electoral que muestra Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.
Los casos de gobernadores corruptos, parte importante para que el mapa electoral en la República baje de color rojo y aumente el azul.
La inseguridad que no cede en el país, el aumento a la gasolina, así mismo el pago -mayor- a la electricidad, el tema nunca olvidado de los 43 estudiantes desaparecidos, la captura, la fuga y recaptura de Joaquín Guzmán Loera «El Chapo», la enorme trifulca que sostienen con los maestros de la CNTE, la aplicación del «dedazo» en la designación del nuevo dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, algunos de los motivos que tienen al PRI en crisis.
SE QUEBRÓ UNA TAZA…
La esencia de la vida es sacarle provecho a las limitaciones.
Justamente el priísta número uno en el país vive su peor momento. Su popularidad baja y la aceptación ciudadanía, a dos años de concluir la actual administración, cae como piedra en agua.
La historia señala que partido y ejecutivo toman caminos diferentes -más o menos por estas fechas-, y al grito de aquí se rompió una taza y cada quien para su casa; el partido se preocupa y ocupa más por quien puede llegar, y no por quién se ha de ir.
Ese apoyo con el que caminaron durante buen lapso se esfuma. Justamente hay voces de inconformidad ante la designación del nuevo presidente del Comité Ejecutivo Nacional (empieza el divorcio).
El dedazo e infaltable en el partido. Los sumisos justifican la decisión, los más «broncos» la cuestionan.
Muy pronto el partido dejará de hablar y elogiar cuánto haga y diga el priísta número uno, y hablará del posible candidato -que también será vía dedazo-. Lamentablemente Enrique Peña Nieto puede quedarse «solo» antes de lo planeado.
Cierta parte del priísmo es cabeza dura. No aprendieron en 2000 la lección que oportunamente les dejó la derrota presidencial.
Insistimos, el Partido Revolucionario Institucional está en crisis. El pueblo pensó que habían aprendido la lección…se equivocó.
Ahí está el nuevo reto para el revolucionario, pasar el examen en muy poco tiempo o ser reprobado en el «extraordinario» y expulsados de Los Pinos con la prohibición de pisar más el Palacio de Gobierno Federal.
El Partido Revolucionario Institucional está en la cima, paradójicamente -dicho y visto A mi manerA- el Partido Revolucionario Institucional también está en la sima. Por cierto y por último. Antes de hacer sus acostumbrados berrinches por los comentarios aquí vertidos: Un baño de humildad no les hace mal y si no son capaces de ejercer la autocrítica no se enfaden de lo que se dice de ustedes.
La derrota deja más enseñanza que la victoria e igualmente una verdad deja más beneficio que el elogio inmerecido. Digo.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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