*Políticos hechos al vapor.
*Más de lo mismo.
*Edomex en ebullición.
Por Julio A. AGUIRRE
Pocos hombres tienen sentido de la mesura. Se creen capaces de todo o los domina la sensación de incapacidad.
Hacer política sin convicción es lo mismo a ser político por conveniencia.
No encontramos, salvo ganarnos la Lotería Nacional o sacarnos el «me late», manera más rápida y sencilla que convertirse en burócrata para conseguir el objetivo.
Ciertamente hoy más que nunca el funcionario corre el riesgo de pagar con su vida dicho intento. Lo mismo asesina al aspirante que al alcalde, sin que se salven algunos ex alcaldes. Pasado, presente y futuro de luto. Obviamente para ellos el poder y la fortuna valen correr el riesgo.
No es lo mismo, tampoco, estar preparado en lo fundamental para servir y responder a las exigencias de la ciudadanía, que el no tener idea dónde te vas a meter.
Los máximos dirigentes de los partidos políticos están apostando más por el personaje popular, que por la capacidad.
Casos para avalar lo expresado sobran. El más claro ejemplo el «ídolo» de México, Cuauhtémoc Blanco. Un hombre de barrio, querido, derecho, entrón, bocón y en sus tiempos de jugador un patán.
Es una gran persona dicen sus allegados. No lo dudamos, pero el inventor de la «Cuahutemiña» -¿así se escribirá esa cosa?- hoy alcalde de Cuernavaca, está en boca y la mira de todos porque la afición (gobernados) están comprobando que no siempre un popular y querido personaje puede darles los resultados que esperaba.
El Partido Social Demócrata (PSD) impulsado por los hermanos Roberto Carlos y Julio César Yáñez Moreno, convencieron al «Cuau» para que se alejara de las canchas y le entrara a la «polaca», -total si Chente Fox fue Presidente de México, alcalde de Cuernavaca con mayor razón.
La jugada fue exitosa, el ex futbolista se la jugó y ganó.
Los hermanos Yáñez Moreno estaban que no lo creían; de no tener nada -políticamente hablando- la popularidad de ex americanista les daba aire y tiempo para seguir mamando del erario.
Lo que no estaba en sus planes es que el supuestamente utilizado resultó utilizador, y el flamante alcalde mandó lejos a sus padrinos políticos dejándolos con una mano atrás y otra adelante -es decir nada-.
Hoy el «Cuau» despide personal a su antojo y coloca a su gente de confianza y se apoya en José Manuel Sanz -su mánager como futbolista- como Secretario Técnico.
Quisiéramos estar equivocados pensando que el «ídolo del pueblo» se ha convertido en un soberbio y patán político de los muchos que abundan en el país.
Llegamos a pensar que el ex futbolista, rico y famoso, sería un alcalde justo que «quitaría» a los ricos para dar a los pobres.
Cerramos el tema confirmando que la política es profesión noble, de compromiso y convicción que no merece muchos de los políticos que abusan de ella.
COMO VA…
En lo que sigue… los ojos de millones de mexiquenses con posibilidades de votar, están atentos más en quienes llegarán que en los que pronto deberán irse del Poder Ejecutivo.
La rueda de la fortuna está girando y la sociedad tiene la mira puesta en el tapete verde y saber por quién apuesta sus esperanzas; sin embargo integrantes del gabinete actual debe estar preparando en presentar cuentas claras durante su gestión.
El partido en el poder, viejo lobo de mar, sabe que la guerra sucia no tardará en llegar y la oposición tiene una larga lista sobre lo negativo desde quien desempeña el puesto más grande al que asumió el cargo más pequeño.
Callarle la boca al Partido Acción Nacional (PAN) no será complicado, la bancada blanquiazul ha sido un pan para el gobierno estatal; los broncudos, aferrados, escandalosos, verdaderos, mentirosos o exagerados son los amarillos (PRD).
Por cierto, ante la no renuncia y no despido (aún) al titular de la Secretaría de Movilidad, Isidro Pastor, se vendrá una avalancha que puede sepultar a varios.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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