Por Julio A. AGUIRRE
* Incoherentes.
* Ciudad en guerra.
* ¿Problemas tan pronto?
En la sangre de los mártires a la intolerancia están las semillas de la incredulidad. Walter Lipmann.
Los partidos políticos en México sin excepción, siguen regalándonos momentos de gran esparcimiento. Lejos quedaron los tiempos en que la ciudadanía hacía berrinche cada que los altos mandos de los institutos políticos expresaban una cosa y hacían exactamente lo contrario. El coraje ciudadano pasó a la carcajada abierta.
¿Entenderán ahora por qué la ciudadanía no los entiende, no los quiere y desconfía en ellos?
Todos hablan de una alianza con la sociedad antes de negociar con el acérrimo enemigo político, que en tiempos electorales por arte de magia se convierte en gran amigo. Qué estómago para poder dormir con el enemigo.
Imposible seguir soportando tanta falsedad en sus planes y promesas, y a los hechos nos remitimos.
El Partido Acción Nacional, quien tras su triunfo en el pasado proceso electoral (ganó siete de 12 gubernaturas) ya se ve ocupando la silla principal del país, trae un lío escabroso a su interior (la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana).
Una seria dificultad entre las dirigencias del PAN Estado de México y el PAN nacional en la búsqueda del candidato blanquiazul pensando en la elección del 2017 en la entidad mexiquense. Caso muy similar al que afrontan en busca del hombre, o mujer, que deberá estar en la boleta presidencial en el 2018.
Con esos «amigos» (militantes del mismo bando) para qué diablos quiere Acción Nacional enemigos. La lucha por el poder está debilitando a quien efectivamente volvió del más allá en la distinción ciudadana.
Con qué cara el blanquiazul habla de una posible alianza con algún partido de izquierda para tener posibilidades de derrocar al Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México, si son incapaces de poner orden entre ellos.
La mejor alianza que puede llevar acabo Acción Nacional es con ellos mismos, primero; luego con la sociedad, y después con el enemigo más odiado.
Obviamente el PAN mexiquense quiere imponer a quien les interesa aunque para ello tenga que confrontarse con la dirigencia nacional. Entendemos el respeto y «autonomía» que todo comité estatal tiene ante sus mayores, aunque para ello olviden la regla: «donde manda capitán no gobierna marinero».
¡Cuidado panistas! Lo que mucho trabajo les costó ganar en el 2016 lo pueden perder en 2017, y el Estado de México sería, como siempre, la loza que difícilmente algún día se podrán quitar.
COMO VA…
¡Hasta dónde hemos llegado!… de pronto la ciudad capital del Estado de México lució como un campo de guerra ante la llegada de los refuerzos de seguridad prometidos, con la finalidad de restablecer la seguridad. Observar elementos con sus herramientas de trabajo impresiona sin duda.
Elementos del Ejército mexicano, la Marina Armada, Policía Federal, Gendarmería Nacional, PGR, CISEN, policía Estatal y Policía Municipal juntos en un mismo fin, disminuir -acabar nunca podrán- el alto índice de delincuencia en Toluca.
Lo mismo sucede en otros municipios mexiquenses -ocho para ser exactos- ubicados dentro de las 50 ciudades más violentas de México. Las acciones se aplauden toda vez que no es lo mismo estar rodeado de militares que de delincuentes, sin embargo soltamos las preguntas que bullen desde hace cinco años en nuestra mente.
¿Por qué hasta ahora? ¿Alcanzará para algo positivo en favor de los mandatarios estatal y federal en el poco tiempo que les resta de poder? Ahí se los dejamos de tarea.
Nada para alarmarse… de manera inmediata el Gobierno del Estado de México se encargó de tranquilizar los ánimos tras la información difundida sobre supuesta falla en el Sistema de Transporte Masivo y Teleférico del Estado de México.
Reconocen, sin embargo, que el martes en la mañana se registró un incidente cuando los pasajeros subieron del mismo lado de una cabina provocando que ésta se desbalanceara y fuera detenida por la barrera de seguridad para garantizar la integridad física de los pasajeros, lo cual fue solventado de inmediato con el balanceo de la góndola, generando una pausa de 30 segundos.
Será el tiempo quién de la razón a quien la tiene. Hoy no vamos a creer en uno ni en otro.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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