lunes, octubre 7, 2024
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A mi manerA

Por Julio A. AGUIRRE

*Mucho malo
y poco bueno.
*Caso Gordillo Morales.
*¿»Sacrifican» a Josefina?

 

Teniendo en cuenta la naturaleza humana, ejercer el poder sobre el sustento de un hombre equivale a ejercer el poder sobre su voluntad. Alexander Hamilton.

Los partidos y políticos nos decepcionan cada día más. Han hecho de los procesos electorales el momento cumbre para decirles, con datos y señales, a los ciudadanos por la clase de personajes que vamos a votar.

Las campañas en busca de alguna gubernatura y la misma presidencia del país, es el momento sublime porque entonces partidos y políticos dan rienda suelta a sus inconformidades, agresiones, presiones, chantajes y negociaciones.

Es fácil entender a los políticos. Cuando ostentan el poder no hay que creerles. Cuando buscan el mandato hay que confiar en ellos. Cuando son «buenos» (autoridad) terminan siendo muy malos y viceversa.

Tienen, eso sí, el don de convertir lo malo en bueno -para sus intereses-. La guerra de lodo, antes durante y después de las campañas, convierten el campo electoral en un campo nudista. Se dicen de todo y se les ven todas sus carencias.

El Estado de México se ha vuelto una olla de presión a punto de estallar y partidos y candidatos le suben la llama a la estufa. La guerra entre desesperados por la silla principal en la entidad nos da otro capítulo en algo que ya parece terrorismo electoral.

Revueltas están las aguas y por si algo faltara aparece el nombre de la maestra Elba Esther Gordillo, recluida en un cuarto como prisión. La «doña causaba miedo y puso a temblar a dos que tres mandatarios del país por el poder y dinero que acumuló como dueña absoluta del Sindicato de Maestros.

Cuando la administración de Enrique Peña Nieto se propuso meterla a la cárcel lo hizo; ver tras la ventanilla a la otrora poderosa líder sindical, fue un momento de satisfacción para muchos mexicanos que nunca confiaron en ella.

La humillación sufrida es algo que nadie de la estirpe de Elba Esther podrá perdonar. De soberbia a humilde, de principal protagonista en el país a una simple presa más. Mirada triste y ojos viendo al suelo. Así lucía por fuera; vaya a usted lo que sucedía en su interior y lo que pasaba por su mente para llegado el momento cobrarse la afrenta, piensa quién escribe.

Pues bien, al parecer ese momento ha llegado. Dicen los que saben que Elba Esther Gordillo ha pactado con el mismísimo Andrés Manuel López Obrador para darle en la torre a Alfredo del Mazo Maza, ofreciendo el apoyo y poder, que sin duda aún conserva, para llevar a Delfina Gómez a la silla principal del Estado de México.

Del Mazo Maza, a decir de quien escribe, no es el objetivo final de la llamada maestra. Elba Esther va sobre Eruviel Ávila Villegas, gobernador actual y va sobre Enrique Peña Nieto, presidente de México, el hombre que le quitó las alas, la humilló y al bote la metió.

Más lodo, mayor guerra sucia en el proceso electoral para la elección del 4 de junio. Las cosas se complican.

¿SE TAMBALEA EL PRI?

Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate. Thomas Carlyle.

Las cosas no paran ahí para mala fortuna del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Delfina Gómez, candidata de Morena, está codo a codo en preferencia electoral, y los sufragios que pueda sumar Gordillo Morales podría hacer la diferencia entre el triunfo y la derrota.

En otro frente se comenta que el Partido Acción Nacional podría sacrificar a Josefina Vázquez Mota e ir en alianza con Juan Zepeda, candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sabiendo que es ahora que el partido en el poder se está tambaleando en serio, le pueden dar el empujón definitivo.

Lo de Elba Esther y del PRD-PAN, hay que tomarlo con total precaución. En la política, sobre todo durante los procesos electorales, se dicen muchas cosas y se inventan otras; lo que hoy es negro mañana es blanco. La verdad se hace mentira y la mentira se convierte en verdad.

Poder y dinero. Corrupción e impunidad. ¡Todo por el todo!

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

 

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