* Final de fotografía.
* Del Mazo Maza, por una nariz.
* Viene lo «bueno».
Por Julio A. AGUIRRE
Aprende a decir «no» con frecuencia. Es la única manera de enfocarte en tu prioridad y ver resultados. Mariela Dabbah.
Finalmente llegó el «Día D» para la sociedad mexiquense. El 4 de junio es pasado y sin embargo, producto de lo mismo, será noticia durante más tiempo.
Por cuestión de horario y cierre de edición no podemos extendernos sobre el candidato (a) vencedor.
Ciertamente y como siempre sucede en los procesos electorales, candidatos y líderes de partidos se adelantaron dándose como triunfadores sin ninguna base sólida y firme para ello. Como siempre, igual que siempre; táctica para «presionar» a las autoridades electorales -cosa que nunca se logra-, más bien una manera de «tender el colchón» para, en base a ello, gritar a los cuatro vientos que les robaron. Para exigir voto por voto y casilla por casilla. Para tratar de invalidar el proceso. Para demostrar, simple y sencillamente, que no saben perder.
Tengo la marca en el pulgar derecho. No tengo partido político al considerar que son sacos de la misma tela cortados con la misma tijera, sólo cambian de color. Nunca hemos dejado de sufragar. Lo hacemos por convicción. Votar no es obligación de ningún ser humano. Votar es cuestión de principios, de coraje y de vergüenza.
Es votando como se castiga más a los partidos que absteniéndose. Ciertamente esto último es el grito máximo de una sociedad, hasta la madre de tantas mentiras, sin embargo la ignorancia hacia nuestros futuros gobernantes nos convierte en una sociedad poco pensante y los mexiquenses, los mexicanos en general, estamos por encima de la clase política.
En la entidad mexiquense, estado que nos ocupa más que el resto -Coahuila y Nayarit- por cuestiones obvias, a cuatro horas de conocer la postura del Instituto Electoral del Estado de México la jornada electoral fue como se pronosticaba. Cerrada votación entre el uno y el dos; Alfredo del Mazo del PRI y asociados, se declaraba triunfador. Delfina Gómez, del Partido Morena se decía vencedora. Los dos mentían en esos momentos.
TERCERO Y CUARTO
Si posees conocimiento, deja que otros enciendan sus velas en él. Margaret Fuller.
Nada claro sobre el «campeón» y «subcampeón». Hablando hasta esa hora, insistimos, sin embargo lo decidido estaba en la parte de abajo. Primero fue la dirigencia nacional-estatal del Partido de la Revolución Democrática en ocupar las pantallas para hablar de buenos resultados, «buenas noticias» para ellos -depende del sapo es la pedrada-. Juan Zepeda, podemos señalar, no ganó la gubernatura mexiquense, sin embargo ganó mucho en otros terrenos igualmente electorales. El tercer lugar de Juan Zepeda resultó oro molido.
Más tarde fue la dirigencia panista, nacional y estatal quienes aparecieron en pantalla para denunciar una elección de estado. Porras y vivas del dirigente local y nacional para Josefina, la candidata pero reconociendo su derrota. Nada qué hacer, salvo un listado enorme de críticas y pretextos de un desolador cuarto lugar en el Estado más poderoso, electoralmente hablando.
UNO Y DOS
El mundo es redondo, y cualquier lugar que pueda parecer el fin, puede ser el principio. Ivy Baker Priest.
Dicho y hecho. El mano a mano para adueñarse de la silla principal del Estado de México estuvo entre Alfredo del Mazo y Delfina Gómez. El primer llamado del presidente consejero del Instituto Electoral del Estado de México, Pedro Zamudio, anunciaba entonces una ventaja para el candidato tricolor y aliados; para Delfina Gómez el segundo sitio con una diferencia de entre dos puntos.
Imposible e irresponsable dar por concluido dicho proceso. El ganador y nuevo gobernador o gobernadora será el próximo miércoles 7 de junio. Por lo pronto no hay nada para nadie (dijera el legendario cátcher de los Yanquis de Nueva York: Esto no se acaba hasta que se acaba).
Minutos después de lo dicho por el máximo instituto mexiquense en la sede del Partido Revolucionario Institucional daban las gracias y colocaban, seguido del nombre de Alfredo del Mazo Maza, la palabra ¡Gobernador!
En contra parte, al estilo del dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, fue este quién anunciaba y festejaba el triunfo de su «delfina».
Por cierto las estadísticas anuncian que el abstencionismo fue abatido, en referencia a pasados procesos electorales, y los mexiquenses salieron a votar en un 53 y 54 % de participación.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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