Por Julio A. AGUIRRE
* Violación y muerte.
* Secuestro y homicidio.
* Voces estudiantiles.
La conformidad es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento. John F. Kennedy.
Apenas 11 años de vida. No alcanzaba su adolescencia. Fue violada y asfixiada por un enfermo mental, sujeto sin entrañas. Chofer de «peseras», uno de los terribles males -servicio de transporte público en general-.
Las autoridades encuentran el cuerpo de la niña, dan con el responsable que ingresa a la cárcel y pocas horas después el enfermo «se suicida» en plenas narices de custodios y autoridades del penal Neza Bordo. Lo impactante e indignante no fue el «suicidio», fue la terrible forma de morir de una niña; lo que vivió y sufrió antes de ser asfixiada.
En plena cara de los «guardianes del orden», murió el sujeto como han muerto muchos otros, como se han escapado de las prisiones mexiquenses y mexicanas muchos más. Se escapan por túneles y por aire; se vuelven ojos de hormiga escapando por la puerta trasera o por la puerta principal.
Las autoridades, en la mayoría de los casos. No ven, no oyen y no hablan. Inician investigaciones, realizan despidos y poco sucede más adelante.
El luto y el dolor de los familiares y amigos, en este caso de la niña Valeria vivirán con ese recuerdo tatuado en la mente y corazón.
No hablamos de ciencia ficción. Relatamos hechos de la vida real, del día con día en el Estado de México, en el país en general.
Daremos con el responsable. Nadie por encima de la ley. Investigación a fondo, parte de las promesas huecas de los altos mandos policiacos, y de quienes gobiernan…obviamente nadie les cree, nadie espera nada. Nadie recupera lo perdido, lo más querido. El caso de la niña Valeria está presente aunque el responsable de su violación y suicida no esté en este mundo.
NO HAY REPOSO
Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso. Charles Chaplin.
Ayer se dio a conocer otra noticia igual de indignante, también en el Estado de México. Josué Carlos González, alumno de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México fue asesinado después de permanecer secuestrado.
Sus captores solicitaron una suma de dinero por su libertad. La familia pagó, se dice, 8 millones de pesos. Cobraron y lo asesinaron.
La vida de otro brillante joven arrebatada por la inseguridad que venció y rebasó por mucho todos los planes e inversiones y promesas de los gobernantes.
¿Qué cabrones está pasando con nuestros gobernantes? Corrupción + impunidad + incapacidad= dolor, desastre, muerte. Y ahí están todos, ahí continúan, sin dignidad y vergüenza para renunciar.
Consternación y exigencia de justicia reclama la comunidad universitaria con el máximo guía universitario al frente, Alfredo Barrera Baca, rector de la Universidad Autónoma del Estado de México.
«Ante lo ocurrido a Josué Carlos González, quien como alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México tuvo un desempeño destacado, me solidarizo con sus familiares y ofrezco el apoyo institucional ante desafortunado suceso. Repruebo todo acto que atente en contra de la integridad de nuestra juventud y me sumo al llamado que la comunidad estudiantil realiza a través de las redes sociales para que se persiga a los responsables. Confío en que las autoridades correspondientes darán con quienes realizaron tan deplorable acto», anunció Barrera Baca.
¿Cuántas niñas más violadas y asesinadas?, ¿cuántos jóvenes estudiantes brillantes secuestrados y privados de la existencia, más? Interrogantes sin respuesta, los mandos son mudos, sordos y ciegos.
COMO VA…
Herencia maldita… Alfredo del Mazo Maza, pronto gobernador electo, prometió en los primeros 100 días de su gobierno dar incansable pelea a la delincuencia. Prometió un Estado de México en tranquilidad, en paz y con seguridad. Lo que hereda del Mazo Maza es una entidad saturada de problemas, de graves problemas y carencias.
Pobreza, inseguridad, salud, transporte, educación, corrupción, impunidad.
Nos parece ver a un Alfredo del Mazo Maza rascándose la cabeza y preguntándose. Uff, ¿por dónde empezar?
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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