Por Julio A. AGUIRRE
* Se calienta la silla.
* Mexiquenses pendientes.
* ¡Viva México!: Felipe VI.
El sol brilla en todas partes, pero algunos no ven más que sus sombras. Arthur Helps.
Pasado el proceso electoral intermedio, los partidos políticos se entretienen con su ábaco sumando sufragios, curules estatales, ayuntamientos, número de diputados federales y gubernaturas ganadas pensando en lo que se avecina en el 2018, año en que la máxima silla del país estará en disputa.
La tarea de matemáticas no la detiene ni siquiera el hecho de que los partidos políticos tendrán que renovar sus dirigencias nacionales y la designación de quienes representarán los intereses partidistas desde la próxima LXIII Legislatura que inicia el 1 de septiembre.
Siempre brincándose el hoy y pensando en el mañana. Repartiéndose el pollo sin tenerlo en la mesa.
Ciertamente, el mapa electoral al término de las elecciones del 7 de junio es indicativo de cuántas posibilidades se tienen; cálculos que a la hora de la verdad de poco sirven.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) terminó muy herido y por tanto debilitado con miras al 2018. Hoy su mejor carta se llama Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno del Distrito Federal y, para colmo, no pertenece al partido del Sol Azteca.
Ignoramos si los «Chuchos» logren convencerlo para que sea su abanderado.
Lo que más dudamos es, si Mancera se arriesgaría con un partido que viene de picada.
El Partido Acción Nacional (PAN) fue otro derrotado -aunque su líder Gustavo Madero- muestre gráficas y diga lo contrario-, y es el mismo Madero Muñoz el primero en representar al blanquiazul en las boletas presidenciales.
Otra opción responde al nombre de Rafael Moreno Valle, gobernador del estado de Puebla, quién está más puesto que un calcetín y dará la batalla hasta el final.
Obviamente no se debe descartar a Margarita Zavala, esposa del ex presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, que anda levantando bastante polvo.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) el domingo 7 de junio ganó perdiendo y deberá reflexionar profundamente sobre su alianza futura con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), convertido hoy por hoy en el «patito feo» de la gran familia partidista; sin olvidar lo que recibió en votos, y lo que ellos (PRI) tuvo que repartir para otro aliado, el Partido Nueva Alianza.
Sin querer queriendo o sin medir a fondo las consecuencias, el partido tricolor le ha dado cobijo, apoyo, comida y sustento político-electoral a un partido que barrió con el cuadro en cuanto a trampas y multas recibidas.
El partido en el poder difícilmente romperá alianza con el Verde.
Lejos está la idea de abandonar los Pinos tras 12 años de ausencia de la residencia oficial.
¿Se ha imaginado, amable lector, al Partido Revolucionario Institucional (PRI) sirviendo de «comparsa» al Partido Verde Ecologista de México y apoyando a Manuel Velasco Coello, primer militante del PVEM en ganar una gubernatura?
Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue el gran triunfador del proceso electoral intermedio en su primera participación electoral como tal.
Aquí no hay vuelta de hoja, Andrés Manuel López Obrador sigue muy firme e inamovible para buscar, por tercera ocasión, la silla de presidente.
Cuestión de números, enfoques, posibilidades, anhelos y sueños personales y hasta partidistas.
Todo cuanto aquí se ha dicho y todo cuanto se pueda especular de aquí al 2018 será solo eso: especulaciones. La política, la entienden los enterados, dicen por ahí.
La política no la entiende ni Dios Padre, piensa quien escribe.
COMO VA…
En lo suyo… surge la primera información desde París, Francia, que realiza el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas. En su encuentro con José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el mandatario estatal firmó un acuerdo estratégico para consolidar el proceso de mejora regulatoria en trámites estatales y municipales para facilitar inversiones que generen empleos.
No olvidemos que Ávila Villegas realizó el viaje en su carácter de coordinador de Asuntos Internacionales y de Salud de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago); sin embargo, los logros acordados resultan de sumo interés para los mexiquenses, sin minimizar al resto de los Estados.
Salud, Felipe… el rey Felipe VI reconoció de importancia capital las relaciones de España con México no solo, dijo, porque son socios estratégicos y por su intercambio en infinidad de frentes y ámbitos, sino porque se han formado a lo largo de una experiencia histórica y cultural común amplia y porque se basan en vínculos más profundos que los políticos y comerciales.
El rey Felipe VI mostró su agradecimiento con un ¡Viva México!
A la altura de su envestidura y discurso respetuoso.
El ¡Viva México! no trajo, por consiguiente, la palabra que los mexicanos solemos agregar cuando gritamos con orgullo el nombre de nuestro país; como no somos reyes, ni príncipes, ni mandatarios simplemente ciudadanos mexicanos y, sin ofender a nadie, podemos -y queremos- gritarlo tal cual: ¡Viva México ca…! Por cierto, ¿qué te tomas, Felipe?
La frase… «Con base en todas sus afinidades, México y España están decididos a profundizar sus relaciones y consolidarse como actores con responsabilidad global»: Enrique Peña Nieto, presidente de México, al dar la bienvenida oficial a los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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