Por Julio A. AGUIRRE
*Preocupados y despistados.
*El “dedo” es inmortal.
*Que trabajen para que cobren.
CONVIENE matar el error, pero salvar a los que van errados. San Agustín.
Ocupar un curul en la Cámara de diputados, local o federal, es una plataforma más para pegar el brinco –muchas veces solicitando licencia y sin terminar la gestión para la que fueron votados por la sociedad-. Nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, siempre hemos encontrado en el soldado quien busca ser sargento, luego capitán y más tarde general: la desesperación y con ello la distracción en sus funciones.
Recién pasó el tsunami electoral en la entidad mexiquense con la elección a gobernador y ya nos amenaza otro. Viene la renovación para legisladores y presidentes municipales, y a la gran mayoría se les queman las habas por ver y saber de qué nómina estarán cobrando durante el siguiente sexenio. Eso, quiéranlo o no, distrae llevándote a la soberbia y el egoísmo.
Trabajar para el beneficio personal y político antes que cumplir a cabalidad con el mandato del pueblo.
Los días han pasado y los integrantes de esta Legislatura local siguen en boca de la sociedad al haber aprobado por mandato ejecutivo la “despenalización de venta de alcohol” a menores de edad.
No cabe duda que a los diputados priistas los metieron en un torbellino; y lo peor, ni siquiera supieron explicar correcta y detalladamente por qué de la decisión. El tema no es cualquier cosa y el error no es pasajero: Sobre el particular han hablado las altas personalidades de la entidad escuchándose, sobre todo, el malestar familiar; los primeros buscando enmendar lo que dijeron que no debieron decir los legisladores tricolores.
Hay razón cuando el rector de la Máxima Casa de Estudios, Alfredo Barrera Baca, explica que la decisión fue malinterpretada.
Otra voz que se suma ha sido la del secretario de Salud, César Gómez Monje, reconociendo que ha existido una confusión entre la sociedad, anunciando asimismo una campaña y estrategia publicitaria.
Si nosotros vemos la venta de alcohol a menores en ese momento, es clausura definitiva del establecimiento y generamos un padrón para no volver a entregar la licencia de funcionamiento, explicó.
No se trata, aunque piensen lo contrario, de poner en evidencia a los diputados priistas. El error, o llámele usted confusión, viene de más arriba. Firmar cheques en blanco no es la mejor opción; ciertamente se queda bien con el que manda, pero los cuestionamientos y una que otra mentada se la llevan ellos.
Se vale, insistimos, que algunos diputados estén preocupados y ocupados pasando lista con el gobernador electo, Alfredo del Mazo Maza, en busca de agarrar chuleta para el próximo sexenio, o disputando ¡aunque sea!, una presidencia municipal.
Pónganse a legislar y dejen de soñar. El horno no está para bollos ni ustedes para que se les siga haciendo bolas el engrudo.
COMO VA…
Justo… hay algo que compartimos con Andrés Manuel López Obrador. Basta ya que el pueblo mexicano siga manteniendo a los expresidentes. En la mayoría de los casos se está premiando a quienes vinieron y les bastaron seis años para desgraciar al pueblo.
No sería para la gente honrada denigrante ver por ejemplo a Vicente Fox Quesada trabajar en una fábrica de calzado, o a Felipe Calderón Hinojosa, vendiendo tamales; y a expriistas dedicados a la fayuca.
Esto nunca se verá pues con pensión o sin ella, los que gobernaron al país están forrados de billetes y tienen asegurado el futuro de los hijos de los hijos de sus hijos.
Dedo manda… hay maderas que no agarran el barniz, mientras las altas esferas del Partido Revolucionario Institucional presumen su cambio de estatutos para que el partido sea de todos, en el Estado de México el dedo se sigue imponiendo para todo y en todo.
Para quien escribe lo proyectado por el actual priismo es una falacia; que los resultados no sean los de antaño no es, pensamos, para que el de la noche a la mañana el cojo vuelva a las grandes competencias. ¿Qué garantía nos da el PRI para pensar que las ramas torcidas del árbol se enderezarán?
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA
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