*Los miedos del PRI.
*Rebelión de los débiles.
*Bendita-maldita coincidencia.
Por Julio A. AGUIRRE
El deseo de vencer el miedo, atropella inconvenientes y allana dificultades. Mateo Alemán.
Dime de que presumes y te diré de qué adoleces. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) presume de una unidad a prueba de fuego, viento y agua. Debemos reconocer que hay razón en dicha declaratoria. La operación cicatriz tras el dedazo que favoreció a José Antonio Meade como el “bueno” del tricolor ha dado resultados. Los y las rejegas entendieron y doblaron las manos de inmediato y así lo hicieron saber con fotos y sonrisas en sus reuniones con el aspirante a la silla principal.
Fue más obligación que convicción, pienso.
Esa unión tan cacareada no existe sin embargo, con sus socios, aunque la alianza siga y esté confirmada para el proceso electoral del 2018.
Soy de los que creen que el PRI tiene miedo de quedarse sólo. Que sabe los tiempos han cambiado y ya no arrasan como antes. Hoy no les importa repartir el pastel antes que quedarse sin su rebanada.
Con horas de diferencia el Partido Verde Ecologista de México anunciaba la prolongación de su muy rentable negocio, y a José Antonio Meade lo hicieron suyo, a kilómetros de ahí el mismo Verde Ecologista rompía el matrimonio con el Rojo, anunciando ir sólo en el proceso electoral para diputados y presidencias municipales en el Estado de México.
¡Ver para creer!. Fue el pequeño, el débil quién pintó su raya sacando de su vida política-electoral –en la entidad- al poderoso y al grandioso partido que manda en el Edomex y en el país. Expusimos que el orgullo priista está herido y así seguirá hasta que vuelvan las negociaciones y donde salga ganando uno, pero también el otro.
LOS MAESTROS
La realidad es para los que no pueden encarar la ciencia ficción. Anónimo.
El Partido Nueva Alianza sabemos todos, nació y ahí sigue sin crecer por obra, gracia, dinero, poder y pantalones de Elba Esther Gordillo, llevada a prisión por el que manda en el PRI y en el país, Enrique Peña Nieto.
¡Qué maldita-bendita casualidad que a unas horas de conceder la libertad –cumplirá prisión domiciliaria- se amarre y anuncie que el partido de los maestros seguirá en alianza con el Partido Revolucionario Institucional en la competencia para la presidencia!
¿Así o más descarado?
Cuestionables sucesos, como acostumbra el PRI, claro indica torio que en la política se gana porque se gana, y se gana con quien se tenga que ganar, que el tricolor tiene miedo de quedarse sólo y requiere, como el moribundo, tanques de oxígeno; qué importa si esos socios llegan a cobrar más de lo que realmente puedan aportar.
Matrimonios convenencieros y mentirosos. Sociedades que funcionan por épocas y que se diluyen pasados los procesos electorales. El que fregó, fregó y quién no, pos se chingó.
Podrá vencer o perder el Partido Revolucionario Institucional en 2018, lo verídico y tremendamente preocupante, que uno (PVEM) los manda por un “tubo”, y otro (Partido Nueva Alianza) pone sus condiciones y el partido en el gobierno las acepta.
Dios nos libre de lo que estamos viendo en la política mexicana. Los partidos chicos son tremendamente codiciados y asediados por los partidos grandes. Cuando se junta el hambre con la necesidad el resultado termina perjudicando al pueblo. El poder y el dinero se comparte y se reparte entre los mismos de siempre; ¡A la madre la democracia!
Se cooompran…colchones, tambores, refrigeradores, estufas o algo de fierro viejo que vendan.
A punto de llegar ha dicho extremo y ver el eslogan político-electoral anunciado en los medios de comunicación y carteles en las oficinas de todos los partidos políticos.
Por lo pronto adelantándonos a todos: ¡Feliz Navidad, raza!, y qué Dios nos bendiga en el año que viene.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
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