viernes, septiembre 20, 2024
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A mi manerA

*Ya no los hacen como antes.

*¿El que a buen árbol se arrima…?

*Oportunistas favorecidos.

Por Julio A. AGUIRRE

 

Cosecha capullos mientras puedas, el tiempo pasado todavía está volando; y esta misma flor que hoy sonríe, mañana estará muerta. Robert Herrick.

El método de la máquina que arrojaba políticos ha sufrido una transformación. Basado en eso damos la razón a la abuela de mi hermano cuándo señalaba: Ya no los hacen como antes, mijo.

Y miren que se refería a todo. Estufas, camas, lavadoras y demás utensilios para el hogar, máximas herramientas para cumplir entonces con los deberes únicos del sexo femenino.

Todo tiempo pasado fue mejor, hay quien asegura. Por lo que nos ha tocado vivir y lo poco que hemos leído y escuchado, llegamos a la conclusión de que, en efecto, ya no los hacen como antes y quiero referirme en este caso a los políticos, guardando distancias, compromisos, obligaciones, necesidades y convicciones.

Los de antes hacían camino al andar. Los de hoy no andan y desde la cómoda silla ordenan y pagan pesadas máquinas y grandes cantidades para abrir nuevos caminos, por ejemplo.

La modernidad nos alcanzó y rebasó. Imposible quedarte con los brazos cruzados y vivir cómo en el pasado.

Un servidor recuerda cuando aporreaba la máquina de escribir que por su tamaño parecía un  refrigerador donde metías y sacabas, a cada error, la hoja de papel. Hoy me sigo haciendo bolas con la computadora. Vivimos la época en que libreta y pluma en mano apuntábamos las entrevistas encomendadas. Hoy las agencia de noticias, el internet y las redes sociales ofrecen todo a la mano (peladita y en la boca), sin mayor esfuerzo.

Pero vayamos a lo nuestro, al tema del día en este espacio: los políticos.

Todo aspirante a un cargo de elección popular prefiere poner la foto de su padrino, o su máxima palanca, que la de él.

Ese mismo candidato nos repite las frases y propuestas de otros personajes que tienen más presencia, popularidad y gusto en el electorado y va por un cargo mayor.

Ya no los hacen como antes. Ahora todo se imita; en la actualidad no tienes presencia, no tienes argumentos ni conocimientos para abrirte paso por ti mismo, con sus contadas excepciones.

¿Piden el voto por ellos y para ellos o lo hacen por y para el que está arriba?

¿Por qué al frente y en todo lo alto de su oficina tienen la foto del gobernador, o del presidente de su mismo partido y no la de ellos en su calidad de alcaldes, por decir algo?

El que a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija, se dice por ahí. Hay otro que advierte del árbol por su atracción a las descargas eléctricas. El que mucho te puede dar, más te puede perjudicar.

Hay priistas que hablan maravillas de su gobernador o presidente y con eso les ha bastado para colocarse en algún cargo.

Sucedió lo mismo con Vicente Fox Quezada, del Partido Acción Nacional, cuando éste se impuso a toda su militancia –no pensaban en él para candidato presidencial-. El efecto Fox hizo que las puertas de Los Pinos se abrieran para él como muchas puertas de palacios municipales y estatales para los de su8 partido.

Hoy México vive lo mismo con el efecto, por no decir fenómeno, de Andrés Manuel López Obrador. El aferrado político tabasqueño ve más cerca que nunca la llegada a la silla presidencial de lo que muchos se han valido para llevar agua a su molino.

Ya no los hacen cómo antes. El interés tiene pies y acaba con memorias. Gente a la que López Obrador atacó, y personajes que mucho atacaron a Obrador, hoy están codo a codo hablando en sus discursos maravillas uno de otros.

Ya no los hacen cómo antes. Hoy importa que el electorado cruce la boleta de tu partido aunque en la foto esté otros, no importa que la gente ignore quién eres y el sufragio te beneficie por el árbol al que te arrimaste, por el padrino que interesadamente escogiste.

A toda capillita…le llega su fiestecita. El Partido Revolucionario Institucional ha sido el más fiestero en ese sentido. El Partido Acción Nacional durante doce años fue el dueño del Salón e invitó a los suyos. Hoy, de no suceder un milagro, será otro personaje quien asuma la organización y se siente en la silla de honor.

El fenómeno continúa. Lo que fue Fox fue Peña, lo que es Peña será Obrador.

Ganan ellos y en el beneficio jalan a los colados, afortunados y oportunistas candidatos aunque estos tengan de político lo que un servidor de sacerdote.

El 1 de julio en las urnas nos vemos.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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