*Vámonos recio, raza.
*Tengo mis dudas.
*Acción inmediata en el Edomex.
Por Julio A. AGUIRRE
Las palabras antiguas son las mejores, y las breves, las mejores de todas. Sir Winston Churchil.
El sábado 1 de diciembre de 2018 quedará escrito en los anales de la historia de nuestro México lindo y querido. Quien escribe piensa es un suceso no menos y tampoco más que otros.
Imposible comparar la señalada fecha con la del 1 de Diciembre de 2000, cuando Vicente Fox Quesada arrebataba el “amor eterno” (la silla presidencial) al Partido Revolucionario Institucional (PRI) como mandón único del país.
Es diferente, sí, porque el pasado sábado 1 de diciembre de este agonizante 2018, por fin un partido de izquierda se adueñaba del Poder-Poder.
No fue tan sorpresivo lo visto y escuchado porque realmente Andrés Manuel López Obrador tenía cinco meses actuando como Presidente de México, siendo, apenas, Presidente Electo. Es Andrés Manuel, pues, el único mandatario que tendrá un sexenio con “pilón”, los cinco meses señalados.
Se trató de que ahora sí se pusiera la banda presidencial, la que vale, la que pesa, la que le confiaron los mexicanos. Fue un día de fiesta, obviamente, de relax, un alto en el camino de su mandato en el que el Presidente de México tenían que ser reconocido por propios y extraños, por mexicanos y extranjeros.
Coraje en la oposición pero nada de trampas, fraudes o la petición de voto por voto y casilla por casilla. Ahora sí funcionaron las leyes en plena justicia para un hombres tenaz y terco como pocos (cuando la terquedad es virtud que la el triunfo).
El esperado día (1 diciembre de 2018) no sólo, llegó sino ya pasó. Ahora sí como decimos en el pueblo: “A darle qué es mole de olla”. La fiesta ya terminó y los ilusionados ciudadanos saben que no hay tiempo para “crudas y desveladas”; el tiempo es y vale oro. Adiós a los discursos bonitos, francos y motivadores para la sociedad. Que vengan los hechos, los logros, las promesas prometidas, el honrar a la palabra.
MANTENGO MIS DUDAS
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error. Alessandro Manzoni.
Jarrito nuevo dónde te pondré. El derecho que da ejercer mi voto me da la confianza e ilusión de que a México le vaya mejor. No soy ni seré partidario de partido político alguno –es más, siempre he creído en los hombres que han gobernado el país-, reconociendo que sus respectivos partidos son un estorbo buscando un protagonismo mal sano y un beneficio total para sus colores y siglas.
Hoy el Presidente de México se llama Andrés y salió de Morena, como antes fue Enrique, Felipe, Vicente, Ernesto, Carlos, y Miguel; como si se llamarán Casimiro, Saturnino, Eustaquio, Juan, Pedro o Asunción. El presidente de México con la banda presidencial atravesando el pecho, salido de un partido político o de otro, deja en ese momento de pertenecer a un grupo o movimiento para convertirse y gobernar para todos los mexicanos; juntos y revueltos colorados, amarillos, guindas, negros, azules.
Obviamente que deseo le vaya bien a nuestro país; con ello estoy deseando fuerza, entrega, salud y compromiso del que guie las riendas de nuestra nación.
Tengo, sin embargo, una duda. Después del evento de Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de México, leímos declaraciones donde todos, absolutamente todos se formaron en la fila que encabeza AMLO, felicitándolo y sacando a relucir su frase favorita: “Queremos que le vaya bien a Andrés Manuel López Obrador porque con ello le estará yendo bien a México”.
En tan corta frase observo mucha falsedad. Es lo mismo, lo de siempre: Palabras que a la hora de los hechos reculan como buenos rajones.
Para muestra un botón. Enrique Peña Nieto y su unión con todos los partidos políticos y respectivos líderes en el cacareado pero engañoso “Pacto por México”.
Creo y quiero, insisto, que a TODOS los mexicanos nos vaya bien. En lo que no creo es en los políticos, incluyendo a algunos que acompañan al Presidente de México, en su actual administración.
Démosle tiempo al tiempo, deseando -¡lo juro!-, equivocarme para tragarme mis palabras (y sin agua para que más me raspen).
EJEMPLO
Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma. Albert Schwaitzer.
En el Estado de México se sabe de prioridades que no son para mañana, por ello fue instalado el Grupo de Coordinación Territorial para la Construcción de la Paz, con la presencia del Gobernador Alfredo del Mazo Maza quien recibió y dio la bienvenida a Delfina Gómez Álvarez, delegada del gobierno federal.
De acuerdo al plan de seguridad del Presidente de México, en la entidad se tiene previsto instalar 32 Consejos de Seguridad, de 265 265 que operarán en todo el país.
En la reunión hicieron acto de presencia el Secretario General de Gobierno, Alejandro Ozuna Rivero, la Secretaria de Seguridad estatal, Maribel Cervantes Guerrero y el fiscal Alejandro Gómez Sánchez; así como Dena Delgado, Comandante de la 22 Zona Militar, Alberto Gaytán Palos, Comandante de la 37 Zona Militar y el Coordinador de la Policía Federal de la entidad, Jesús Góngora Espinoza.
“Mediante el trabajo en equipo, el Estado de México será ejemplo a nivel nacional en materia de coordinación para hacer frente a problemas como la inseguridad, expuso el jefe del Ejecutivo mexiquense”.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.
Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx