*Un pelo a un gato.
*Ya cállate chachalaca.
*Queremos (gasolina) hechos, no dichos.
Por Julio A. AGUIRRE
El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera. Ernest Hemingway.
En el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) hay ciertas inquietudes y hasta malestar tras la noticia del recorte presupuestal de casi 100 millones de pesos en 2019.
El tema no es para ahogarse en un vaso de agua. Ciertamente hablar de menos 100 millones de sopetón cualquiera pensará que se trata de mucho dinero. Y no faltará aquel que sienta compasión por los consejeros “pobrecitos” ¿Y ahora de qué van a vivir?
El recorte mencionado afectaría, según los que están adentro, las partidas de distintas áreas que incluye a los ocho partidos con registro local, derivaría también en la suspensión de obras no sustantivas, la cancelación de incrementos salariales a personal operativo y disminución de gastos en comunicación social. ¿Chuza? expresarían los amantes al boliche.
Obviamente cada quien habla de la feria según le va en ella. Nosotros no creemos sea para tanto.
Hagamos tantita historia reciente. El pasado 31 de diciembre, el Congreso Local aprobó bajar el techo financiero al Instituto que propuso obtuviera mil 263 millones de pesos, aunque los diputados “sólo” le autorizaron mil 164 millones de pesos.
Es aquí y ahora cuando se conoce el monto que recibían y el que recibirán, apenas es quitarle un pelo a un gato.
Mientras uno –el que escribe- piensa eso, el consejero presidente del Instituto Electoral del Estado de México, Pero Zamudio Godínez opina, ¡claro está!, diferente al considerar la reducción como importante que afectará distintas áreas del instituto.
La democracia en nuestro país, en este caso nuestro estado, resulta tremenda, alarmante e insultante cara para el pueblo. En el Instituto Electoral del Estado de México deben estar gritando y brincando de alegría porque, una vez más, los han tratado de maravilla.
Aportar dinero bueno en lo que la sociedad no termina de confiar continuará siendo un despilfarro.
Recuerden las frases que nos han recetado nuestros gobernantes de ayer y de hoy. “Hay que hacer más con menos”. “Hay que apretarse el cinturón”; para quien no esté de acuerdo con lo establecido hay un papelito que se llama ¡renuncia!
LA LENGUA DE FOX
Cuando juzgas a alguien, no lo defines a él, te defines a ti mismo. Dr. Wayne Dyer.
De Vicente Fox Quesada, ex presidente de México se puede esperar todo y nada será extraño.
Travieso el niño grandote y le dan sonaja…recientemente el guanajuatense respondió a las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador sobre el huachicol y el conocimiento de los tres ex presidentes (Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto).
El señor de las botas pidió a Obrador que demostrara lo anunciado o “cállate chachalaca”. Luego la agarró contra los gobernadores que han apoyado al Presidente de México en esta lucha diciendo, otra vez, una serie de frases y dejando al aire muchas interrogantes que hieren la confianza y legitimidad y honradez de algunos.
Como se sabe, Fox dio nombres y los estados a quien según él les torcieron la manita o llegaron a un acuerdo en lo oscurito.
Don Chente pierde la memoria…en ocasiones. Al término de su administración y sin decir agua va, abandonó y despotricó contra su partido Acción Nacional arrimándose a quien fuera su peor enemigo, el Partido Revolucionario Institucional, llamándolo nido de víboras, alimañas, tepocatas y otra clase de peligrosos arácnidos.
¿Qué pues don Chente? ¿Acaso a usted le hicieron manita de puerco o pactó en lo oscurito con el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto? ¿cómo se puede dar un giro de 180 grados en cuestión de segundos?; por lo que habla y ha venido haciendo desde el sexenio del mexiquense usted “quemó” la camiseta blanquiazul y se puso la “tricolor”
Como gente de rancho que monta a caballo y ordeña vacas conocerá el refrán que dice: “En boca cerrada no entran moscas”, y cuando usted la abre ¡Jesús nos ampare!
Nadie sabe… todo mundo (metido en la política) habla, promete y asegura que “pronto” se solucionará el problema de la falta de gasolina. El problema y con ello la duda, que nada más no dicen cuándo. Muchas opiniones, demasiadas voces se levantan, abundan las promesas y si bien en la Ciudad de México ya se ve mejoría, en nuestro estado de México, concretamente Toluca, seguimos viendo y sufriendo con kilométricas filas y la clásica pérdida de tiempo, de trabajo y de dinero.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA
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