* México ¡echa lumbre!
* Hambre, rapiña, corrupción.
* Edomex debe estar supervigilado.
Por Julio A. AGUIRRE
El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida. Oscar Wilde.
Robar por hambre es entendible aunque no justificable por más crítica que sea la situación en que viven millones de mexicanos. Morir con honradez no te honrará, ni te harán una estatua. No irá la clase política a tu velorio y sepelio.
Con el paso del tiempo tu tumba será una de tantas, fría, sucia y abandonada. Hay miles de millonarios gracias a millones de pobres.
Robar quien no tiene urgencia más que de aumentar su flotilla de relojes finos, carros de lujo, tener residencias, yates, aviones, etc., etc. es un crimen a la sociedad.
La tragedia sacudió al país y cimbró al mundo el pasado viernes. Al momento de redactar estas líneas las estadísticas eran brutales; 85 fallecidos y 58 heridos.
La cascada de comentarios ya inició. Buscarán motivos y sobre todo responsables de algo que, nuevamente, enluta a nuestro México lindo, querido y jodido.
Estaban en el lugar y la hora equivocada, dirán algunos. No es cierto, dicha teoría la descartamos. Los presentes en el lugar del fatídico ¿accidente? sabían la hora, el lugar y el motivo que los llevó a robar gasolina encontrando la muerte.
Imágenes impresionantes. Duele y lo sentimos por los familiares de las víctimas. Algunos por hambre, insistimos, otros por hacer negocio y no pocos por hacer la maldad al gobierno actual sin reparar que, como siempre pasa, las víctimas son las más jodidas.
Los corruptos, ladrones de cuello blanco con ese maldito fuero que es una licencia para robar y matar, siguen tan campantes que no los tocan y molestan ni el ruido de una mosca.
Los enemigos de Andrés Manuel López Obrador están frente a un “banquete” para culparlo de la tragedia; su falso y débil plan para terminar con el huachicoleo y otros argumentos.
Quienes siguen creyendo en él más que nunca lo apoyarán en esta batalla que bien lo señaló el propio Ejecutivo Federal “Es una juego de vencidas”. Quitemos la palabra “juego” y digámoslo con todas sus letras “Una encarnizada batalla que ha dejado los primeros muertos…y mire que 85 fallecidos no son pocos”
Nuestro país vuelve a ocupar las planas de la prensa internacional. Otra vez la tragedia. Nuevamente la desgracia provocadas por la ambición, el poder, el placer y la corrupción en las muy altas esferas.
No se necesita ser político, legislador, alcalde, gobernador o Presidente del país para diagnosticar el virus que viene cargando. Lo sabemos todos, lamentablemente quienes lo saben y tienen la facultad para remediarlo no se atreven del todo. México no requiere de quién nos dé el diagnóstico pro no tenga o aplique la cura.
Políticamente y hasta ahora México ha tenido presidentes que son más de lo mismo. Ya hubo un desgraciado que daba agua en lugar del medicamento para niños con cáncer, entre otras barbaridades que hizo en contra no sólo al Estado de Veracruz, sino a México entero.
LLAMADO DE ATENCIÓN
Las cualidades de un general son el juicio y la prudencia. Tito Livio.
Por la cercanía del Estado de Hidalgo con el Estado de México, el Gobernador Alfredo del Mazo se preocupó y ocupó de las víctimas; muchos heridos de gravedad están siendo atendidos en la entidad mexiquense. Un acto humano, una obligación política; primero la gente, después las averiguaciones.
Hoy más que ayer, las autoridades del Estado que alberga más de 17 millones de habitantes tendrán que entrar en perfecta sincronía con el gobierno federal para cuidar y cubrir los espacios por donde atraviesan los ductos que traen el combustible a la entidad mexiquense.
La tragedia sucedida en Tlahuelilpan, Hidalgo, pasaría tarde o temprano; fue allá como pudo ser acá o en otra entidad que sufre el mismo problema.
Felipe Calderón le pico las costillas al crimen organizado (narcotráfico) en complicidad con muchos políticos corruptos; hoy Andrés Manuel López Obrador le declara la guerra al crimen de cuello blanco que en complicidad del crimen organizado pretenden dejar seco al país vía robo de combustible.
Las buenas intenciones y la valentía es digna de aplaudirse. No contar con los elementos suficientes para dar resultados y poder ganarles una, deja al país más lastimado de lo que está.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA
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