martes, noviembre 5, 2024
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A mi manerA

Por Julio Alejandro AGUIRRE PADILLA

*Corrió sangre.

*La forma no es fondo.

*El problema somos todos.

Toda reforma impuesta por la violencia no corregirá nada el mal: El buen juicio no necesita de violencia: León Tolstoi.

La verdad se veía venir. Bastaron pocas horas tras el anunció del alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, respecto al inicio de operativos para retirar autobuses, taxis y vehículos particulares sin verificar para que ardiera Troya.

En uno de los puntos de revisión, a la altura de la ex cama de piedra, se dio la primera confrontación donde los protagonistas fueron, obviamente, los trabajadores del volante, en este caso taxistas foráneos.

Se armó la campal con saldo de varios descalabrados y heridos. Taxis, patrullas, ambulancias, uniformados y choferes metidos en lo suyo perjudicando a cientos y miles de ciudadanos al prolongarse la inconformidad y bloquear calles y avenidas claves en la ciudad capital.

Quisiera equivocarme pero veo este hecho como el inicio de una guerra. Toluca, la capital del país, está convertida con pasadas y actual administración, en un desmadre en el que siempre pagan justos por pecadores.

No estamos a favor de quienes no cumplen y respetan las leyes. Sabemos que el transporte público en la ciudad y el Estado es un caos.

Tampoco estamos a favor de las actitudes y medidas que suelen tomar nuestras autoridades. Buenas intenciones pero mal tino y pésima organización.

El bienestar, físico y económico de la sociedad es lo único que verdaderamente vale la pena; sin embargo recordemos que tanto peca el que mata a la baca como el que le agarra la pata.

Fuertes intereses le dieron vida a este engendro social. La corrupción se impuso y el pretender  acabar con ella de un soplido es una utopía, una misión imposible.

El gobierno municipal refrenda su compromiso de continuar con acciones que mejoren la calidad del aire ya que el transporte público es responsable de hasta el 70 por ciento de las partículas dañinas, que hoy, hacen de la ciudad de Toluca una de las más contaminadas del país, expuso Juan Rodolfo Sánchez Gómez en urgente conferencia de prensa tras los lamentables hechos ocurridos.

 CON CALMA Y NOS AMANECEMOS

Debemos por lo tanto demandar, en el nombre de la tolerancia, el derecho de no tolerar a los intolerantes. Karl Popper.

Estamos de acuerdo con el alcalde (aunque usted no lo crea), sin embargo existen fondos y coexisten las formas.

Que quede claro. Nadie por encima de la ley. La ley es pareja. Quien atente en contra de la salud del prójimo y de la energía propia que pague las consecuencias. Hasta allí estamos bien, creo.

Se nos ocurre algunas sugerencias para el gobierno municipal y sobre todo, paran el gobierno estatal antes que una llovizna se convierta en una tempestad, refiriéndonos sólo al transporte público y privado.

Primero. Está detectado y comprobado que son los autobuses de pasajeros los que ponen el mal ejemplo. Cada camión de pasajeros es un estuche de monerías. El pulpo camionero que tiene atrapado a las autoridades. Bendita corrupción e impunidad.

Pueden las autoridades centrar sus operativos en ellos hasta conseguir el objetivo. Se habrá dado entonces un paso vital para que la calidad del aire sea menos peor.

Segundo. El segundo paso consistiría en ir tras los taxistas que al igual que los camiones, son chimeneas rodantes que no sólo no han verificado, además traen los papeles en completo desorden, burlándose de las autoridades y sus operativos.

Justo señalar y reconocer que en este caso sí hay dueños y choferes de taxis que están en regla.

Tercero. No deben las autoridades salir de carecía y dispararle (marcarle el paso) a cualquier unidad de cuatro ruedas que se mueve, mientras no dé señales de estar contaminando.

Cuarto. Las autoridades no pueden agandallarse de los particulares por no traer la verificación. Una patrulla adelante y una grúa atrás intimidan a cualquiera. Se debe dar un plazo para que cumplan con las reglas establecidas…quién no cumpla terminado el plazo que pague las consecuencias.

Cinco. Impongan una sanción a quién no ha verificado, pero no se ensañen subiendo carros a la grúa, llenando corralones y llenando las cuentas bancarias a los temidos” grulleros.

Y Seis. Injusta a todas luces la multa de $ l,680.00 por no haber verificado.

Sacar raja de la desgracia, en este caso la mala calidad del aire que respiramos todos los mexiquenses, es aprovechable para que otros se llenen las arcas a la malagueña.

El fondo amerita y obliga a TODOS cumplir con las normas. Las formas –pérdida de tiempo y de dinero- sólo provocarán que casos como los sucedidos ayer en Toluca, se extienda en todo el territorio mexiquense.

Piénsenlo autoridades. “Afortunadamente” el primer combate entre policías y taxistas sólo arrojó golpes, descalabrados y macanazos. Entiendan y apliquen la sensibilidad y la prudencia.

Basta ya de derramamiento de sangre. Ojalá y mañana no estemos hablando de muertos.

Seguirá la mano firme, expuso el alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez. Se acepta el aviso.

Nada de mano dura. Nada de joder al prójimo, expone quien escribe.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también ame, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

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