Por Julio Alejandro AGUIRRE PADILLA
*Del Sartén a las brasas.
*¡Qué alguien me explique!
*Sangre y luto.
Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a ver su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir. José Martí.
Los viejos solían decir: Todo pasado fue mejor. Hoy ya no los haces (a las personas) como antes.
Sabias, como siempre, las palabras de los adultos mayores, de nuestros abuelos quienes sin el progreso de hoy día, eran felices con lo que hacían y tenían.
Hoy día los políticos no son como los de ayer, pero los de ayer nunca fueron como los de antier y así podemos seguir estirando la hebra y quienes tenemos años por montones concluimos: Sí, los tiempos pasados fueron mejores…o menos malos. Utilice el término que más le cuadre.
Sócrates Rizzo se hizo más famoso años después de su administración como gobernador del Estado de Nuevo León con ciertas declaraciones que por lo bueno que pudo hacer durante su mandato.
De pronto el priista denunció que su partido, el Revolucionario Institucional, tenía pacto con el crimen organizado. El acuerdo era: “Tu (narco) pasas por aquí, tú por aquí, pero no me toques estos lugares”.
Eran tiempos cuando la lucha era intensa por los lugares y conductos para trasladar la droga a su destino; los Estados Unidos.
Pobre de Don Sócrates Rizzo. No se la acababa después de tales revelaciones. La gente lo juzgó, su partido lo desahució y la oposición lo remató.
Justamente era Felipe Calderón Hinojosa el presidente de México cuando salieron a la luz las revelaciones y el entonces “pulcro” Felipe Calderón criticó lo dicho por el ex gobernador y al partido perteneciente. El Estado no puede transigir ni claudicar ante criminales, dijo entonces un supuesto presidente valiente y echado pa´lante.
Hoy sabemos lo que fue e hizo Felipe Calderón en su lucha contra el narcotráfico y las consecuencias que estas han tenido para nuestro México.
Ciertamente lo que entonces hizo el Partido Revolucionario Institucional fue algo muy malo; pero lo que hizo después Felipe Calderón Hinojosa fue peor.
Y HAY MÁS
Un cínico es un hombre que, cuando huele flores, busca un ataúd alrededor. H. L. Mencken.
A lo que hizo Calderón, el gobierno de Enrique Peña Nieto queda en los anales de la historia negar del país. Durante los seis años del mexiquense en el poder lo podrido aumentó, el número de muertos “se fue a las nubes”, los mexicanos consumían cada vez más la maldita droga.
La batalla entre bandas criminales ya no era sólo por el paso de la mercancía. La lucha se tornó más cruenta por el trasiego y venta de estupefacientes en propio suelo mexicano.
Hasta ahí todo iba peor. Lo dicho por Sócrates Rizzo era una baba de perico para lo que hicieron los presidentes del país. Calderón –sin dejar fuera a Vicente Fox Quesada, otro de negro pasado en la “lucha” contra el crimen-, y lo que hizo Calderón fue superado por Peña Nieto.
Uf, que cadena tan pesada para los mexicanos. Quienes guiaron el país con la encomienda de evitar el consumo de drogas, el pase a los Estados Unidos de la misma, tenían pacto con los “dueños del país”; tan poderosos que eran ciertos cárteles que financiaban campañas de fulano y de zutano.
Lo hecho entonces por los ex presidentes y hasta que la verdad salió a flote supimos en manos de quién dejamos el país.
Y llegó la llamada 4T (Cuarta Transformación) al frente un hombre humilde y popular. Era, decían algunos, el nuevo Mesías, el incorruptible, la razón, la justicia y la verdad: López Obrador sus apellidos, Andrés Manuel sus nombres.
¿Qué ha pasado desde entonces?
Aunque parezca increíble pero AMLO ha resultado más malo que Peña Nieto, que Felipe Calderón y que el mismo Vicente Fox.
A estas alturas lo dicho y hecho por el ex gobernador Sócrates Rizzo y el PRI es un juego de niños, y no existía el México vestido de rojo y de negro (sangre y luto)
Sabemos todos el cambio que pretende dar el de Tabasco. Ha prometido un país de otro mundo. Error, México es México, aquí está, así es y no hay nadie como él.
Andrés Manuel quiere ganar la guerra con abrazos y no balazos.
Por eso tenemos un Ejército Mexicano, La Marina y La Policía Federal limpiando calles, derribando árboles y bajando mascotas de la azotea.
La enorme mancha fue la detención de Ovidio Guzmán con orden de extradición a Estados Unidos, e hijo de “El Chapo” Guzmán.
El joven se rindió, no opuso resistencia y nuestro cariñoso, amable y atento gobierno federal le dejaron el camino limpio. Lo dejaron, inexplicablemente libre.
Entiende ahora porque señalamos que tiempos pasados fueron mejores.
Que políticamente los tiempos presentes son exageradamente más malos que los anteriores.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.