sábado, noviembre 23, 2024
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A mi manerA

Por Julio Alejandro AGUIRRE PADILLA

*Enorme abstencionismo.

*Cuánta falsedad.

*Todos actúan igual.

Amaré al que tiene ambiciones porque podrá inspirarme; amaré a los que han fracasado porque pueden enseñarme. Og Mandino.

La vida me ha enseñado a no creer a quien promete, de buenas a primeras, cambiar la vida de los mexicanos, también me ha educado para reconocer a quien sin prometer ha hecho su mejor esfuerzo para que los mexicanos tengamos un nivel de vida.

Lástima que de éstos la lista sea muy corta, mientras la de los primeros es larga, demasiado larga y pesada. Y es que la mula no era arisca…la hicieron las grandes decepciones del que miente con sus promesas en campaña. Normalmente estas andan valiendo madre.

Desde Luis Echeverría (1970-1976) hasta Enrique Peña Nieto, pasando por José López Portillo (1976-1982), Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), y Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), todos representantes del Partido Revolucionario Institucional.

Vino un alto en la acelerada, loca y corrupta carrera del tricolor, para que llegara Vicente Fox Quezada (2000-2006) y siguiera Felipe Calderón Hinojosa 2006-2012). Panistas los dos, a los que tampoco creí lo prometido en campaña.

Regresó el Revolucionario con Enrique Peña Nieto (2012-2018) solamente para reafirmar la incapacidad y mentiras de los últimos Presidentes de México.

Uno a uno fue superando lo que su antecesor dejara. Pareciera que la tendencia y obligación era: ser más malo que el que se fue.

Y llegó el momento (luego de tres intentos) en la ciudadanía decidió dar la batuta a un representante de izquierda, y Andrés Manuel López Obrador ¡por fin vio su sueño hecho realidad! y de portar una banda de “Presidente legítimo” (realmente era ilegítimo) logró sentarse en la silla principal del país.

Por fin la llegada del Mesías. Eso pensó y por ello votaron la mayoría de mexicanos, hartos, hay que decirlo, de tanta ineptitud, corrupción y ambición por el poder y el dinero, que se valieron de la charlatanería, en campañas, y de cuanto prometieron no cumplieron ni una cuartan parte de sus compromisos.

SIGUE LA TENDENCIA

Es más importante saber cómo fracasar que saber cómo tener éxito. Stephen Crane.

Demuestro con esto que intento ser periodista pero nunca seré partidista. A los expresidentes del PRI y del PAN no tengo nada que reconocerles y menos agradecerles.

Hasta el momento Andrés Manuel López Obrador lleva el mismo paso que los antes mencionados. No debato con los millones de seguidores que apoyan al tabasqueño. Hablo de manera personal y señalo lo que veo y lo que siento. Quizá no tenga conocimientos pero les presumo que mis presentimientos pocas veces me han quedado mal.

Veo un alto índice de abstencionismo en las próximas elecciones y la “franqueza” del presidente Obrador influirá en un gran por ciento para que así sea.

Muchos botones ha dado de muestra el tabasqueño. Cuestionó y prometió cambiar ¡todo!, o casi todo que hicieron los presidentes del pasado-presente. La mayor parte de promesas en su campaña se han ido por la borda y ahora él ejerce y hace lo que hasta hace poco no le gustaba.

No es una ni son dos, resultan varias y usted (seguidor o no seguidor de AMLO) las conoce. La gravedad de lo dicho y no hecho tuvo su broche de oro recientemente cuando el Presidente de México hizo público que lo que se dice y promete en campañas no tiene nada que ver cuando ya se está y se es dueño del poder.

Ya lo decían los viejos. ¿Verdad que no es lo mismo atrás que en ancas?

Con intención o sin ella; con su franqueza que raya en lo inaudito, Andrés Manuel López Obrador le hizo saber al pueblo que los presidentes del país nunca han tenido la intención de cumplir con sus promesas en campaña.

Lo dijo por otros, pero el gran embarrado fue él.

¿Así es como las autoridades máximas del país promocionan y piden a la ciudadanía que salgan a votar. Que sin democracia no hay orden, justicia y progreso.

¿Cuál democracia? sigo preguntando. La farsa política es un virus que otros implementaron en el país y este es mucho más dañino que este méndigo COVID-19.

Lo bueno y sano para el país es que los mexicanos ya nos vacunamos contra esta Pandemia.

Y no, no estoy fomentando el abstencionismo. Cada quien es libre de hacer lo que quiera y votar por el que mayor despensa le otorgue; total sabemos y lo confirmó el Presidente de México actual: Lo que se dice en campañas es una cosa. Lo que se hace en el poder, es otra.

Así o más claro.

Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si llore también amé, puedo seguir hasta el final…A mi manerA.

Correo electrónico: aguirre@8columnas.com.mx

Enrique Peña Nieto (PRI). Malo.
Andrés Manuel López Obrador (Morena). Malo.

 

 

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