* Aprendizajes Clave, reformas educativas sin concretar logros.
Roberto Sebastián Nava Fabela
Hay aspectos en el desarrollo educativo de México de arduo logro, como el obtener resultados satisfactorios en la calidad de los servicios ofrecidos, el hacer tangible el discurso oficial del deber ser pedagógico, el nuevo ciudadano mexicano a formar y cumplir con los parámetros establecidos en materia educativa por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El arribar de una reforma administrativa a una académica, el lograr una evaluación para la auténtica mejora educativa y no sólo para adelgazar las filas magisteriales y si en cambio seguir con prácticas del pasado al otorgar plazas o ascensos a conocidos por méritos en sus acciones políticas en favor del partido que detenta el poder. Entonces, ¿si a los grillos operadores políticos y no al magisterio formado en las escuelas normales?, ya en extinción, debido a su reducida matrícula.
En educación básica está presente la necesidad de ser capacitado en la cuestión de los aprendizajes clave, ¿cómo asesorar a otros docentes cuando no se ha tenido el mínimo de formación al respecto y cómo sólo sujetarse un proceso de autoformación para realizarlo? Desde una óptica mediocre es realizarlo sea bien o mal, pero se hizo, este pensamiento permea aún desde la perspectiva de quienes dirigen, desde un completo desconocimiento del lugar que ocupan por designación gubernamental, pero lo peor es que hablen de frente al magisterio porque denotan su total ignorancia en el nivel educativo donde seudodirigen. Si por voto popular se eligió a un gobernante y delega responsabilidad de autoridad educativa en personas que les queda holgado el traje, ese gobernante por ética consigo mismo tiene que rectificar y cambiar a la autoridad que a lo sumo no entregará resultados, sólo cifras maquilladas, de un país que no existe, salvo en su imaginario. No se trata de exhibir, pero sí de rectificar.
El trabajo y la continua profesionalización de quien asesora y es asesorado están organizados en un fin común nacional, el de ofrecer un servicio educativo de calidad, no se trata de venderse en cuanto a una asesoría, eso como idea de vendedor es correcto, el problema es de forma y de fondo para un auténtico análisis y expresar soluciones viables y que se ejecuten. No es de mentir como lo hacen algunos secretarios particulares cuando uno acude a las oficinas de educación y al no tener capacidad de respuesta, recurren a esa forma no operable, porque se engañan a sí mismos. Ni tampoco de represalias al enviar al personal sin hacer nada para realizar auditorías, se trata de resolver problemas en lo individual y en lo colectivo, a la luz de la verdad y de situaciones reales, de impacto en la educación.
Por lo pronto, está la situación de los aprendizajes clave como parte fundamental de una reforma educativa, que no va generar resultados por magia, ni es la panacea, mucho menos es a corto plazo, hay una distancia entre el discurso oficial y su operatividad, entre ese decir y la realidad de México.
