Por: Sandra Chávez Marín
Mujer resiliente
Fecha de publicación: 08 marzo 2021
El día para -NO- felicitar
El Día de la Mujer no se festeja, se conmemora. Muchas manifestaciones sociales son un grito desesperado que exige ayuda y clama justicia; algunas mujeres han levantado la voz desde hace cientos de años y el eco se tradujo en derechos primigenios antes solo reservados para varones.
La separación por sexo nos ha traído incontables inequidades, las cuales pusieron en debate la arcaica idea de que las labores del hogar y cuidado son reservadas para nosotras. La discusión de los roles nos ha traído (a cuenta gotas) una conquista de espacios en entornos antes considerados solo para hombres. Las movilizaciones y, aquellas que ejercieron profesiones cuando no nos lo permitían, escritoras, científicas, voceras; obligaron al mundo a reconocernos como iguales. Necesitábamos conectarnos con la historia y el sufrimiento de las mujeres trabajadoras de todo el mundo con el objetivo de formular un día específico para recordarlas y nombrarlas, siendo esa valentía y entereza conmemorada cada año, el 08 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Desde 1975 la Organización de las Naciones Unidas ratificó la importancia de ensalzar la labor femenina con el compromiso de seguir luchando de la mano, para alcanzar paridad y erradicar las persistentes inequidades que rodean a nuestro género.
La ONU Mujeres propone este año el lema: “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”; la pandemia ha vuelto a visibilizar que nosotras estamos en actividades de cuidado, aún después de cientos de años. Los números no mienten, según la Organización, solo el 3.5 de los equipos en primera línea de atención de 87 países, está conforme al principio de paridad, sin embargo, las especialistas en el área de la salud, aún perciben salario 11 por ciento menor en comparación con sus análogos masculinos. Es relevante señalar el papel de México en la actualidad, debido a que, del 29 al 31 de marzo, seremos cede inaugural del Foro de Generación de Igualdad, importante acontecimiento en el que se espera lanzar una “agenda feminista multilateral”.
Involucrarnos de esta manera a los asuntos internacionales en favor de la equidad, podría ser el camino para alcanzar la añorada igualdad sustantiva.
Debemos recordar que las batallas libradas para alcanzar un Estado de derecho totalmente inclusivo son en beneficios de todas y todos, no se supeditan a quién es más fémina, más capaz, con o sin pañuelo; sino a derecho, el acceso a votar, a ser elegidas para un cargo público, a tener mejores condiciones laborales, a decidir sobre nuestro cuerpo. La equidad y el respeto debe ser el punto de partida.
Un día no es suficiente, luchemos diario, desde nuestras casas y trabajos, en la academia, en el sector empresarial, en el gobierno y en cada lugar en que nos encontremos, demostrando que somos fuertes, inteligentes, valientes y capaces, y que podemos sortear todos los retos que nos sean impuestos. Hoy no se “felicita”, agradezco sus felicitaciones, pero yo no elegí ser mujer, mi género es resultado de procesos biológicos o divinos, creo más en el segundo. Sé que no hay fuerza capaz de derrumbarnos, nunca estamos solas, somos todas, y hacemos un compromiso individual y colectivo por nosotras, pero sobre todo por las que vienen; por ellas es que nos levantamos para seguir cambiando el mundo, lograr obtener lo que no fue para nosotras y lo que tuvimos se les multiplique.
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