Los comicios de este domingo para elegir a la nueva gobernadora del Estado de México, la región más poblada del país, que con base en lo que registró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2020, el Edomex cuenta 16 millones 992 mil 418 ciudadanos, pero que en esta jornada solamente acudieron a la cita 6,2 millones, un 49,9% del electorado, en una jornada que cambio el escenario político anulando a el PRI, partido en el poder desde hacía 94 años, el cual perdió su bastión más importante en manos de morena con todo y el municipio del mítico grupo Atlacomulco.
El reparto de sufragios con un rango de votación de entre 52.1 y 54.2%, Delfina Gómez ganó la gubernatura del Estado de México, según el conteo rápido del IEEM, para que así el partido del presidente López Obrador arrebatara al PRI su penúltima trinchera, el mayor granero electoral donde nunca había perdido, y gobernará en 23 de los 32 estados del país.
Ante este escenario Morena afianza su expansión territorial y asesta un nuevo golpe a la oposición de cara a las elecciones presidenciales del año que viene con la motivación de derrotar el feudo inexpugnable del PRI durante casi 100 años. A pesar de las múltiples deficiencias de ambas candidatas en sus equipos de comunicación y marketing político, en donde da la impresión que poco o nada figuraron en redes sociales de manera creativa a falta de una buena estrategia comunicativa, y entre otros casos la falta de operatividad de los activistas políticos, que tal vez en estos puntos quedaron empate.
En este orden de idea Delfina Gómez, que al menos fue congruente con la imagen una maestra de origen humilde, se convertirá en la primera mujer en la historia en gobernar el simbólico estado mexicano que rodea a la capital del país. Cabe señalar que ha sido una victoria clara, por más de ocho puntos, sobre la candidata del PRI, Alejandra del Moral, quien ya se proclamaba ganadora al minuto de cerradas las casillas, algo difícil de entender ya que más que un mensaje de fortaleza solamente evidencio la mala estrategia de difusión que adoleció toda la campaña.
Así de nada ha servido que la oposición uniera fuerzas, junto al PAN, derecha, y PRD, los restos de la izquierda tradicional y los mercenarios de Nueva Alianza, en donde estos últimos seguramente perderán el registro estatal, aunado a otro error en redes sociales de compartir eventos supuestamente llenos de simpatizantes, que nos queda claro muchos de esos eventos eran simpatizantes de otro municipio al del lugar del evento, solamente para no lucir débiles en la foto pero se olvidaron de conquistar al electorado que estaba indeciso preocupándose por llenar sus eventos con el sentido de como fuese.
Hay que considerar que Morena, nacido hace poco más de una década a imagen y semejanza de López Obrador, ya controla 23 Gobiernos estatales, dos terceras partes del total y más del doble que toda la oposición en su conjunto. También tiene mayoría en el parlamento. Nunca una fuerza política en México había crecido tan rápido en tan poco tiempo.
Entre análisis y reflexiones podemos señalar que Morena es el gran ganador de la noche, por la visibilidad y el peso electoral del Estado de México, no lo sé si para los ciudadanos y todo lo que implica gobernar a nuestra entidad, eso se verá en la ejecución y la practica de servir y gobernar con los ideales que tanto señalan, para esto valdrá la pena no repetir los errores de su antiguo sucesor o al menos los más evidentes como lo es el material humano, recordando que son las personas quienes hacemos a las instituciones no al revés.
Finalmente, el aviso de este panorama ya estaba más que cantado lo quisiéramos creer o no, recordemos que no hay plazo que no se cumpla y en esta ocasión toda la oposición ha quedado reducida a nueve gubernaturas, mientras que Morena gobierna ya alrededor de 7 de cada 10 mexicanos en el orden estatal. Bienvenido el aviso al oficialismo a el proceso electoral del 2024, ahora si la madre de todas las batallas.
