martes, noviembre 5, 2024
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ENTRE COMILLAS- ALBERTO ABREGO

ENTRE COMILLAS

Por: Alberto Abrego

LA CARTA DESCARTADA

“Se les pide a los padres de familia que nos hagan favor de precisamente enviarlos con cubrebocas, enviarlos con su gel y por otro lado también es que lleven, o lleven a cabo lo que es la carta compromiso, la carta de aceptación precisamente donde autorizan que el pequeñito puede estar dentro de lo que es la parte de la asistencia a la escuela…”

Delfina Gómez Álvarez, Secretaria de Educación Pública, durante la conferencia mañanera del 12 de agosto.

“Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta, ¡pues no!, fue una decisión abajo, si me hubieren consultado hubiese dicho ¡no…!”

Presidente Andrés Manuel López Obrador, en la Conferencia mañanera del 17 de agosto.

De las diez acciones que anunció la Secretaría de Educación Pública para el regreso seguro a clases de los niños al nuevo ciclo escolar, solamente sobreviven nueve, pues la famosa carta de corresponsabilidad que se pretendía reglamentar causó tal inquietud y críticas que finalmente se tuvo que cancelar.

A siete días del inicio del nuevo ciclo escolar, ni los alumnos, ni los padres de familia, ni los maestros saben exactamente cómo van a iniciar las clases. No existe un criterio definido ni una seguridad de lo que va a ocurrir el próximo 30 de agosto en las escuelas del país. No hay certeza de clases presenciales, ni híbridas, ni virtuales.

Nada se ha informado de las más de 60 mil escuelas de educación básica que no cuentan con agua, ni mucho menos lavamanos, y existen dudas muy puntuales de que esa situación se resuelva durante la última semana de vacaciones. En abril de este año empezaron a vacunar a los maestros, es decir, hace cuatro meses con una vacuna que, según las autoridades sanitarias requiere un refuerzo a los seis meses. Gran parte de los padres de familia de niños de primaria son menores de 29 años, rango que solamente ha completado un porcentaje mínimo de vacunación. El decálogo de nueve pasos que ha implementado el gobierno se escucha muy bien, si fuéramos una sociedad más disciplinada, solidaria y sobre todo, con la cultura de la prevención y cuidado, pero tenemos los hospitales a su máxima capacidad y las calles y centros comerciales abarrotados de gente sin cubrebocas ni sana distancia. ¿Cuál es la garantía de que los hijos de esas personas tengan una mentalidad diferente?

Por ello el intento de imposición de la carta responsiva para autorizar el ingreso de los menores ha significado una ofensa para muchos padres de familia, porque se percibió que era solo una forma de deslindarse en caso de contagio de los estudiantes. Muchos de esos padres piensan que tal vez los 500 millones de pesos que se gastaron en la reciente consulta que organizó el INE hubieran sido más útiles en consultar si los padres estaban dispuestos a enviar a sus niños a la escuela.

Sabemos de la responsabilidad legal y moral de las personas que dirigen la educación, esas que se pagan con el erario y que están obligadas a tomar decisiones serias e informadas, porque tienen impacto en millones de vidas infantiles. Claro que después de año y medio en casa, los niños tienen estrés, no socializan y se atrasan en los conocimientos, pero es más importante la salud y, sobre todo la vida, porque sin ella nomás no hay nada. ¿Qué tan difícil es de entender?

Por supuesto que la carta era un mecanismo para deslindar responsabilidades, pero lo cierto es que a míno me importa si la propuso Juan, Pedro, Delfina, o alguien de más abajo. Y llueva, truene o relampagueeyo no voy a mandar a mis hijos a la escuela en estas circunstancias, ¡con carta o sin carta!

RÁPIDAS MEXIQUENSES. En nota de 8 Columnas, se publicó que Gerardo Monroy Serrano, Secretario de Educación del Estado de México aseguró que el 80 por ciento de las instalaciones educativas en la entidad se encuentran en óptimas condiciones para el retorno a clases”. Calculamos entonces que alrededor de unas 16 mil escuelas (hablando de educación básica) tienen los recursos sanitarios suficientes, mientras que otras 4 mil no cuentan con los servicios básicos para el regreso presencial que tanta urgencia les causa. Tal parece que las decisiones de gobierno son asunto de porcentajes, ¡que se jodan las minorías! Además, según conocido diario de la entidad, declaró que “Sí tenemos escuelas que nos vamos a llevar la sorpresa de que ya les cortaron la luz”. Qué bueno que ya solo faltan siete días para el inicio del ciclo escolar, para que hasta ese día empiecen a contar cuántas escuelas se quedaron sin luz, porque ese dato no parece ser fácil de obtener.

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