Por: Isidro O`Shea
@isidroshea
Gracias a 8 columnas por darme dos semanas de vacaciones. Como decía López Dóriga en su noticiero de televisión: “No sé si merecidas, pero sí necesarias”. No veo nada de malo en que ahora cite a un periodista, mucho menos en estos tiempos donde tantos periodistas políticos se dicen analistas políticos. Con base en esa regla de tres, yo me podría decir periodista aunque no lo sea.
No es lo mismo lo que hace Roberto Gómez Junco de analizar las jugadas en ESPN, que lo que hace Héctor Huerta de saberse todos los chismes del fútbol de estufa. Como tampoco es lo mismo que Susana Zabaleta haga una crítica de la voz de un cantante, a que Paty Chapoy se sepa la vida de ese cantante. Todo es digno y respetable, pero es distinto… que quede claro.
Perdón estimado lector, quizá es que hoy yo no esté de humor. Eso les pasa a mis amigos Simón y Emilio por no regalarme una semana más de vacaciones.
Hablando de periodismo, me sigue impresionando la cantidad de futurismo político que hay rumbo al 2023 y 2024, y no es que el futurismo me sorprenda por si mismo; es algo que siempre ha existido y que se fortalece después de las elecciones intermedias. Lo que me impresiona es la manera en la cual se está haciendo; la mayor parte sin fundamento alguno y parece que dicen: “tú échale, chicle y pega”.
Si usted es un político que quiere aparecer en las notas futuristas o hasta en encuestas no realizadas… llámeme; yo no estoy dispuesto a hacer nada, pero sí le puedo pasar el teléfono de los que suelen y estarán dispuestos a hacerlo.
Respecto al futurismo, no son los periodistas los perdedores, claro está, sino los partidos de oposición que de nueva cuenta, han vuelto a caer en el juego del presidente. Bastó con que el de Palacio Nacional dijera que la caballada de la oposición estaba flaca, para que estos se pusieran a buscar y a intentar demostrar que no es así; cuando en realidad, quien por regla informal, debe demostrar que su caballada no está flaca es el propio presidente. Sin embargo, la oposición tibia y obediente, permite que el presidente incluya todavía en su caballada a los que llevan miles de muertos a sus espaldas.
La oposición en lugar de continuar con la narrativa en contra de Sheinbaum y Ebrard, se puso a buscar a los suyos, tal como el presidente les instruyó. Y es que el presidente no tiene más que a esos, a los de las muertes, ¿o de verdad creemos que Juan Ramón de la Fuente aceptaría la marca de MORENA?
Por cierto, qué casualidad que suceda ahora lo de Idelfonso Guajardo. ¿Será que la caballada no estaba tan flaca, pero que antes de actuar en lo electoral hay que actuar como oposición en lo legislativo? Recordemos que lo electoral es apenas una de las tres caras de un partido político.
Mientras tanto, en el panorama estatal la situación parece diferente. Hay varios, pero sobre todo, varias fortalecidas después de los resultados de junio. Sin embargo, es importante recordar que dentro de los partidos tradicionales solo hay cabida para una o uno, pues no deberán pecar de confiados, y en el 2023 tendrán que volver a ir en coalición, aún hay mucho pe… jista.
A pesar de ello, también es cierto que aunque resulte muy difícil, como ya lo vimos en las pasadas elecciones, puede haber buenas caras que busquen la candidatura a través de Movimiento Ciudadano, partido que afirma que seguirá compitiendo en solitario. Puede llegar a ser una buena opción para alguno o alguna a la que no le alcance ser candidato de los partidos tradicionales, más ahora que Movimiento Ciudadano ya contará con prerrogativas locales y que su líder moral Juan Zepeda, únicamente se desgastó de manera muy gratuita en las pasadas elecciones.
Hay por cierto, a quien no le han parecido ciertos acercamientos del gobernador con distintos y distintas ganadoras del 6 de junio. Quizá a estos descontentos les haga falta leer un poco sobre teoría de élites y renovación de las mismas; no les vendrían mal las lecturas básicas de Michels, Pareto y Mosca.
En fin, que tengan todos una gran segunda mitad del 2021, y ahora vacunados o no, debemos cuidar a los más pequeños, quienes parecen ser los más vulnerables ante la variante Delta del maldito COVID.
Con cariño
Isidro O`Shea.