sábado, noviembre 23, 2024
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LA VIDA ON LINE

POR Leazly VILLAR GÓMEZ 

Partiendo de la nueva realidad, hoy dependemos tanto de la tecnología y del internet que nuestra vida es en línea, todos tenemos acceso a compartir videos e información en internet y gran parte de nuestro trabajo ya es en línea. Es por eso que hoy más que nunca hay que estar muy atentos a lo que vemos y leemos en internet, todos estamos expuestos a una manipulación mental subconsciente  de la que podemos estar siendo víctimas sin darnos cuenta.

La gran demanda social de información sumado a la sobre oferta de información  que no necesariamente toda es real, en conjunto con la inteligencia digital, nos lleva al control social  por medio de los  algoritmos como datos de análisis y creación de BIG DATA, lo que nos dirige hacia contenidos específicos tales como interés en compras, tendencias, políticas o sociales.

En  la actualidad vivimos con la incertidumbre de la veracidad y la calidad de la información que vemos en internet y en  las redes sociales, los contenidos pueden ser reales, inventados o  creados a “modo” con intereses  ocultos  o para manipular  el ánimo de  la ciudadanía de algún modo

Cada vez que accesamos a un buscador estamos brindando información, ya que los teléfonos celulares son nuestro más íntimo confidente en lo financiero con la banca móvil, así mismo nuestra principal herramienta de trabajo y a su vez la ventana de acceso directo a nuestra vida que muchas veces  deja de ser privada,  toda vez  que hay un registro constante de nuestros datos personales, nuestra ubicación, gustos e intereses, todo está en la nube, quien tiene acceso a tu teléfono puede conocer todo de ti.

Las redes sociales de acceso telefónico representan una opción fácil y rápida de   información de coyuntura o de tendencia, pero no necesariamente basada en hechos y datos comprobables ni veraces, esto pone en duda ¿Qué es más importante para la ciudadanía ¿La aceptación social o la credibilidad?

Se confronta todos los días la credibilidad contra veracidad en las redes sociales, lo que no significa que el numero de likes o leads, de las personas representen algo positivo para el usuario, simplemente es una estrategia digital para imponer sus ideas sin importar si benefician o no a la ciudadanía.

Las nuevas generaciones crecen inspirados por los youtubers, o influencers, más allá de buscar el reconocimiento por su destacado desempeño profesional o humano por las  acciones  en favor de la ciudadanía, las cuales son poco reconocidas.

Existen millones de usuarios falsos, ocultando personajes de ataque, que generan violencia, hay redes ocultas  de trata de personas, perfiles fraudulentos que cometen pishing, hoy  los fabricantes de fake news pueden darle vueltas a la realidad, ya que son los videos lo que más se está consumiendo en medios digitales, hoy  la tendencia es crear perfiles falsos que se convierten en auténticos influencers.

 

La buena reputación se construye a lo largo del tiempo, sin embargo también las redes sociales son una nueva forma de destrucción del prestigio de una persona  con imágenes editadas, memes o manifestaciones de ataque de perfiles  falsos creados con algún propósito.

La tendencia en la estrategia en redes sociales es construir narrativas que convierten la verdad menos importante que la credibilidad y lamentablemente la credibilidad no está ligada con la honestidad y la verdad, por lo que los invito a mantener activo nuestro criterio, basado en argumentos respaldados en hechos y datos de estudios y fuentes de información legitimas.

Sin duda tiene muchos beneficios la era digital, universidades en línea y home office, las redes sociales nos comunican y conectan con nuevas redes de amistades o familiares, el internet rompe los límites territoriales y nos volvemos globales en acceso a la información, negocios, museos y cultura.

Pero cada vez son menos los libros y periódicos leídos, porque cuentan más los tweets, posts o blogs de opiniones personales, que lo que dice la ciencia, la investigación o la docencia, por lo que debemos  estudiar  para ser ciudadanos informados que sumen a la realidad de un mejor país que construimos todos y las opiniones que emitamos eleven el nivel intelectual y de constante aprendizaje y los contenidos que compartamos sumen a la historia y al conocimiento global.

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