POR Juan Gabriel González Cruz
No al periodismo sicario
Esta columna reprueba la expresión del periodista Ricardo Alemán en torno a su publicación de twitter que causó molestia, indignación y una tunda en su contra en las redes sociales.
En estos álgidos tiempos electorales se podrá estar de acuerdo o no con algún candidato presidencial o corriente política, porque al final esa es una garantía del estado libre y soberano en el que vivimos; pero sugerir o conminar a un magnicidio -porque eso fue lo que literalmente se insinuó en el comentario que desató la ira- es de plano una riesgosa incitación a la violencia que nadie desea.
Lamentable entre o deplorable resultó el que se haya empujado a un acto que implique el deseo de muerte sobre alguna persona, peor si esa perversa pretensión viene de un importante líder de opinión.
Ricardo Alemán no midió consecuencias. Con todo y la motivación o impulso que pudiera tener en medio de los legítimos intereses, fue un exceso.
Debe quedar claro que Ricardo Alemán es un periodista con altos alcances en la opinión política, económica y social. Su pluma había sido hasta ahora un referente en el análisis electoral.
Por eso tal manifestación amerita -cuando menos- una disculpa pública. Si el señor Ricardo Alemán tiene un poco de dignidad y respeto debe asumir con humildad que se equivocó, porque su inoportuno y desmedido mensaje se llevó entre las patas a todo el gremio periodístico y carece -en toda su forma- de la más mínima garantía de libertad de expresión.
Por eso me adhiero, no como suma un acto de linchamiento, sino como oportunidad de viraje ante un error coyuntural, al hecho de que el colega Ricardo Alemán pueda atenuar la manifestación que en su texto abierto incitó a un acto de intolerancia política. Es válido errar, corregir es una obligación. Firmo: #NoAlPeriodismoSicario.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Ilegalidad y lo que venga…
La precandidata de le coalición PAN-PRD-MC a la alcaldía de Metepec, Elisa Quijada se aventó la puntada de repartir propaganda suya este fin de semana en calles del Pueblo Mágico. Perfectamente sabe que eso es un acto anticipado de campaña que amerita una sanción, misma que puede llegar a la descalificación del proceso. No es ingenua, Elisa conoce las reglas pero sabe que si no se da a notar difícilmente hará un buen papel en la contienda que se avecina, donde prácticamente la pelea es entre Carolina Monroy, del PRI y Gabriel Gamboa, de la coalición “Juntos Haremos Historia”. Por eso la panista Elisa Quijada se aventó la pifia de precampaña ilegal, porque de otra forma nadie la menciona.
Lindos los compadritos…
Este fin de semana la candidata al Senado de la República de la coalición “Por México al Frente” de la segunda fórmula, Fernanda Rivera, realizó actividades proselitistas en el centro de Lerma. Además de la pírrica participación de la propia militancia panista, Fernanda tuvo que enfrentar los reclamos en contra de la designación de Miguel de Jesús Hernández como candidato a diputado federal del distrito 23 de Lerma. La inconformidad de propios y extraños fue en el sentido de que el consuegro de Miguel, Arturo Marín, es el suplente de la candidatura federal porque la nuera de Miguel e hija de Arturo es la candidata a segunda regidora por el ayuntamiento de Lerma. Fernanda no tuvo más que aguantar, claro, no podía empinar a la ahijada. Al final la candidata al senado tuvo que comerse unas tortillas con su compadre Miguel de Jesús. Todo queda en familia.
