- Histórico rechazo de la Cuenta Pública estatal en la Legislatura mexiquense.
- Morena tunde al PRI, pero resultado sería intrascendente si no hay consecuencias.
- La rueda de la fortuna; Lourdes Medina se reúne con legisladores de izquierda.
Muy bien para la foto y la memoria legislativa lo ocurrido ayer en la sesión del pleno donde la mayoría de Morena y su aliado de Encuentro Social, no así el Partido del Trabajo, decidieron no aprobar el dictamen de la Cuenta Pública del Estado de México y sus municipios, correspondiente al ejercicio fiscal 2017.
La lectura inmediata fue “rechazar” -por haber encontrado varias inconsistencias- el manejo de los recursos públicos del final del sexenio del ex gobernador, Eruviel Ávila y de paso darle un buen raspón a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), embarrada en el escándalo de la llamada “Estafa Maestra”, que presume la desaparición de más de 7 mil millones de pesos desde el gobierno federal al amparo de convenios fantasma o incumplidos con varias universidades públicas del país.
Lo que llama la atención de la no aprobación de la Cuenta Pública es que un día antes, el miércoles, el dictamen fue avalado por los 13 integrantes de la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización, incluyendo los seis diputados de Morena. Ayer los mismos morenistas cambiaron de opinión, seguramente por instrucción de algún líder político.
En una de esas el objetivo real de no aprobar la Cuenta 2017 puede ser “ganar tiempo” para limpiar o maquillar las inconsistencias encontradas por el OSFEM, es decir, que los hallazgos de presuntos malos manejos hayan obtenido un respiro, lo suficiente para frenar los procesos legales correspondientes.
La verdad es que el no aprobar la Cuenta Pública ha sido hasta el momento la mayor hazaña de Morena en la Legislatura mexiquense, pero resulta realmente insignificante porque las implicaciones administrativas y penales se han postergado.
Comparado como el cúmulo de promesas que hicieron en campaña los diputados de izquierda realmente se han quedado cortos, sobre todo si lo comparamos con lo que ocurre a nivel federal con los legisladores que acompañan al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador y donde los resultados saltan a la vista.
Por ejemplo. A nivel nacional ya es una realidad la reducción de salarios para los altos funcionarios públicos, donde nadie puede ganar más que el presidente de la República… aquí, ni siquiera han iniciado las pláticas formales para mocharle las dietas a los servidores públicos de primer nivel. En campaña Morena prometió dar reversa a la “Ley Issemym” y hasta el momento pura alharaca.
Ayer Morena, en voz de su diputado Max Correa, hizo señalamientos claros con nombre y apellido. Derivado de las auditorías del OSFEM acusó de desfalco a Eruviel Ávila y a la Universidad Autónoma del Estado de México. Si ya están los elementos, que venga lo siguiente, las denuncias y los castigos. De lo contrario todo quedará en un simple “tronadero de cohetes”.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
No es lo mismo rentar, que rentarse…
De nada sirvió la visita y posible intento de cabildeo de la presidenta estatal del PRI, Alejandra del Moral, quien ayer se dejó ver en la Legislatura local para empujar a sus diputados a defender el dictamen de la Cuenta Pública y trazar parte de la agenda legislativa posterior. Del Moral Vela salió del Congreso mexiquense visiblemente molesta y no dejó pasar el momento para aventarle “jitomatazos” al mayoriteo morenista. La dirigente priista tradujo que el escenario actual es, en buena parte, producto de la “prostitución política” vivida en el pasado proceso electoral. Ardidos y reducidos, los legisladores tricolores fueron aplastados.
La rueda de la fortuna…
La debilitada presidenta del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (CONCAEM), Lourdes Medina Ortega, entendió demasiado tarde que su papel era abrirse a la pluralidad y aceptar el cambio nacional y estatal. Ahora sí muy sedita, pero con los papeles invertidos. En otros tiempos a ella le tenían que pedir audiencia para recibir o sentarse con políticos de oposición; ahora es Lulú quien tiene que andar tocando puertas y buscando a los senadores y diputados de moda de Morena. Esta semana la Senadora y próxima coordinadora del gobierno federal en el Estado de México, Delfina Gómez, le aceptó el saludo y le dio cinco minutos en la mesa a Medina Ortega. Sería buen saber si la presidenta de CONCAEM tuvo que pedir permiso o se brincó las trancas del sistema. Aunque Lourdes quiso ser atenta presumiendo y etiquetando a Delfina y Horacio Duarte en sus redes sociales, los morenistas ni le hicieron segunda. ¡No que no tronabas pistolita!